SESIÓN DE LA MAÑANA – JESÚS DESPIERTA LA ESPERANZA

Jesús renueva nuestra condición humana, nos llama a confiar. Las promesas de Dios se cumplen en Él. Él es el centro de nuestra esperanza y nos acerca a Dios.

Estamos llamados a ser generadores de esperanza, ayudando a las personas a encontrar a Jesús que no puede ser sólo una idea, sino una presencia viva y permanente; una presencia con la que dialogamos y contrastamos nuestras vidas.

Es Él quien nos guía, quien nos pregunta: – ¿Quién dices que eres?

Una pregunta no teórica,  sino que nos lleva a un compromiso.

¿Quién es Jesús para nosotros? Nuestra respuesta es la expresión de nuestra confianza en Dios, que restaura nuestra humanidad.

Él es el camino, la verdad y la vida… No un camino que anula el nuestro. No una verdad teórica, sino una verdad existencial; verdad que ayuda a vivir. Él es la vida de Dios derramada en nuestras propias vidas.

La vida consagrada debe hacernos  ser más nosotros mismos;  llegar a nuestra verdadera humanidad; realzar nuestra identidad… Porque Dios es la vida que nos inspira en nuestra propia vida.

Necesitamos encontrarnos con Jesucristo cuando nos preguntamos quiénes somos; porque la relación con Él tiene que estar en el centro de nuestra identidad. Sólo podemos decir quiénes somos poniéndonos al lado de Jesús, dejándonos encontrar por Él. Es Él quien nos trae el rostro de la verdadera humanidad.

Preguntémonos: – ¿Dónde está nuestra identidad? ¿Con qué nos identificamos?

¿Cuál es mi manera de seguir el camino del Evangelio?

Al responder estas preguntas no podemos evitar darnos cuenta de que los otros definen el sentido de nuestra identidad. Hemos de ir consiguiendo ser “comunidades de vida”.

 

SESIÓN DE LA TARDE: “SER GENERADORAS DE ESPERANZA”

Eso supone habernos encontrado con JESUCRISTO; con su EVANGELIO.

Pero ¿Cómo le presentamos para que otras personas se encuentren con Él? Asumiendo en nuestra existencia su “modo de vida”; hacerlo vida en nosotros.

Las Claves vitales de JESÚS son:

• Dios y su Reino. Éste fue el objetivo de su Vida. Es muy importante tener “un marco” de referencia en nuestro existir; “no todo vale”.
• La realidad humana y la historia se encuentran abiertas. Dios nos ofrece la posibilidad de crecer, de llegar a ser verdaderamente humanos; eso nos exige flexibilidad, adaptación a nueva situaciones; realizar nuevos proyectos pastorales.
• La vida humana tiene ambivalencia y para el creyente se nos presenta con una letra clave que es la Y. Ejemplos:

La fe es personal y comunitaria

Gracia y naturaleza

Compromiso y contemplación…

Son dos polos importantes de los que muchas veces excluimos uno o nos vamos por los extremos.

• El cambio en la vida humana no sucede con acciones espectaculares, sino “poco a poco”; la paciencia histórica.
• El ser humano es una imagen de Dios y tiene un valor infinito. Tenemos la tarea de representar a Dios. CRISTO alienta nuestra esperanza.
• Un gran valor de JESÚS es la Compasión; la empatía, o la capacidad de entender los sentimientos del otro, ponerse en su lugar, ser cercano.
• El valor de la contemplación, llamada a la admiración y a la acción de gracias.
• Las Bienaventuranzas no son un programa moral, sino una palabra profética; visión de futuro de lo que las cosas están llamadas a ser. Son una propuesta de vida que nos abren a la esperanza.

Las cuatro palabras básicas de JESÚS fueron:

• “PADRE, HERMANO, PERDÓN, GRACIAS.

Quien las conjuga bien está en el camino de la vida; está en el camino de JESÚS.

Hnas. Capitulares

II Capítulo Provincial – Provincia Rosa Santaeugenia