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NO SOMOS ACTORES DE REPARTO EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD

17 febrero, 2020

Los católicos españoles alzan la voz: “Nuestra vocación es una película de acción y los laicos somos los protagonistas, no somos actores de reparto”. Es uno de los gritos lanzados en la ponencia final del Congreso Nacional de Laicos 2020, que a lo largo de este fin de semana ha congregado a más de 2.000 personas enviado por sus realidades eclesiales en Madrid.

Siguiendo la metodología sinodal de Aparecida, el texto fue elaborado durante la noche del sábado al domingo, tras recoger las aportaciones de los grupos de reflexión en los que participaron los congresistas a lo largo del fin de semana. Se trata de una fórmula inédita en la Iglesia española hasta la fecha y que busca marcar un antes y un después en la manera de proceder desde los cuatro temas analizados en este foro: el primer anuncio, el acompañamiento, la formación y la presencia en la vida pública.

Corresponsabilidad

“Este Congreso comenzó en Pentecostés”, comenzaron motivando los responsables de presentar esta ponencia, la periodista malagueña Ana Medina y el obispo auxiliar de Barcelona, Toni Vadell. Con una naturalidad, gancho y un lenguaje cercano, directo y evangélico que no es habitual en los foros eclesiales, Medina y Vadell sellaron desde el escenario ese deseo de corresponsabilidad entre laicos y consagrados, pueblo y pastores.

Una puesta de largo que también huyó de proclamas clericales enrocadas y que eludió entrar al trapo de cuestiones electoralistas que en otros tiempos se utilizaban en estos foros públicos para arremeter contra el Gobierno de turno. Es decir, no hubo menciones implícitas o explícitas a la eutanasia, a la asignatura de religión o al IBI. No tocaba ni tenía sentido. El Congreso Nacional de Laicos no se ha detenido en el hecho y en lo circunstancial, sino en los procesos. (…)

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