Mis queridas Hermanas, Hermanos, amigos y amigas:

Ayer, día 15 de agosto de 2023, completando 167 años de la fundación de la Anunciata, el Señor llamó al encuentro definitivo con Él a la H. Umbelina del Barrio Cuerdo, expriora general, a los 86 años de edad.

Y, aunque nos coge de sorpresa por la rapidez de su partida, sabemos que no podía ser otra fecha. Ella que tanto amó la Congregación, que vivió en una constante disponibilidad en diferentes servicios, especialmente en la misión formativa y en el gobierno de la Congregación en sus diferentes niveles, celebra su pascua en fecha señalada.

Todas las Hermanas que hemos tenido la posibilidad de vivir con ella o de tenerla muy cerca por causa de los diversos servicios que la Congregación le pidió, sabemos que fue una mujer íntegra, de fe recia y firme, profundamente dominica e hija del Padre Coll. Una hermana Dominica de la Anunciata sencilla, profunda, muy observadora, clara, lúcida y de horizontes abiertos, entregada y generosa. Bebía del manantial de la Palabra y como santo Domingo la acogía, la contemplaba y la hacía vida. En ella encontraba la luz y la fortaleza para las diversas situaciones del día a día y de las dificultades que encontraba. Vivía de la Palabra y la compartía a través de su vida sencilla y de sus palabras firmes y alentadoras para todas las que hacíamos camino. La propuesta evangélica y de vida consagrada era clara, no había lugar para “las medias tintas” ni para “las medias verdades”. Mujer del Sí es Sí y del No es No.

La H. Umbelina profesó en el año 1954 en Vic. En sus primeros años estuvo en Zaragoza y Gerona, donde impartió clases. Después de estudiar en Salamanca, retornó a Vic, donde en 1970 fue nombrada Maestra de Estudiantes. Al trasladarse el estudiantado desde Vic, continuó con la formación en el estudiantado en Madrid -comunidades de General Oráa y Aluche. Fue elegida consejera general en el año 1976. En este generalato, la H. Amelia Robles, priora general, crea la delegación general de Pastoral Juvenil Vocacional, siendo nombrada para este servicio la H. Umbelina. Misión que desempeñó con total entrega, dedicación y entusiasmo. En el año 1982 inicia su primer periodo como priora general, y en el año 1988 el segundo. Durante los periodos que abarcaron sus generalatos (1982-1988 y 1988-1994) puso gran empeño en la formación, en la Pastoral Juvenil Vocacional y acompañó muy de cerca la expansión de la Congregación. Consciente de que, si las hermanas desconocían las propias raíces, no podíamos fortalecer nuestra identidad, inició una etapa de búsqueda y profundización en el conocimiento de la personalidad del P. Coll como fraile dominico y fundador de la Congregación. Fueron periodos de muchas publicaciones, a través de las cuales se buscaba que conociéramos nuestros orígenes y amásemos con mayor profundidad nuestra vocación y pertenencia, como Dominicas de la Anunciata, las Hijas del Padre Coll.

Terminado su generalato, fue enviada a la comunidad de Aluche, Madrid. Sin embargo, no completó un año, pues fue elegida Priora Provincial de la Provincia Santa Catalina de Siena, servicio que desempeñó durante dos cuatrienios consecutivos. Concluido también este servicio, fue enviada nuevamente a la comunidad de Aluche, Madrid, donde permanecerá durante cuatro años. Nunca es tarde para acoger la novedad de Dios y a los 70 años de edad, es enviada a Filipinas, a la comunidad de San Carlos City. Sin embargo, la enfermedad se hace presente a través de un cáncer y un año después regresa a Madrid – Aluche, donde realizará el tratamiento del cáncer que padecía. Dos años después (2010), es enviada a la comunidad de la Casa General en Madrid. A partir de esta fecha, comienzan a percibirse ciertos despistes que con el transcurrir del tiempo se diagnostican como Alzheimer, enfermedad que a lo largo de estos años la ha ido limitando profundamente.

A partir del mes de marzo de este año, comenzó a perder mucho y de forma rápida, tanto mentalmente como en el deterioro físico, de tal forma que nos sobresaltaba la rapidez con la que avanzaba. En el mes de junio del presente año fue enviada a la comunidad de Valladolid -residencia de Hermanas – para posibilitarle la atención y cuidado que en la comunidad de la Casa General ya no se le podía ofrecer por las necesidades que presentaba y las condiciones de la casa. En la comunidad de Valladolid las Hermanas la acogieron con amor, entrega y dedicación, acompañándola en su adaptación y todas sus necesidades. En dos días el Señor, a quien ella tanto amó, la llamó a su encuentro.

Haciendo este rápido recorrido por su vida y entrega a Dios a través de la Anunciata, se percibe como se entregó para dar vida a las Hermanas en servicios fundamentales como el de la formación inicial y el gobierno. En ellos desplegó sus energías y su experiencia como religiosa. Además, es imposible hablar de su vida sin destacar su sensibilidad e inquietud por las diversas situaciones de pobreza en los pueblos en los cuales las comunidades estaban insertas. Entendía que la misión educativa es plataforma fundamental para ayudar a un pueblo a erguirse. Y al mismo tiempo, estaba abierta a nuevos horizontes pastorales y sociales donde nuestra presencia puede y debe anunciar, a tiempo y a destiempo, que Jesús es el Señor, el sentido de la vida.

Nuestra querida Hermana Umbelina nos ha predicado el evangelio con la radicalidad propia de la vida consagrada a través del testimonio y de sus palabras y consejos. Ojalá toda esa siembra encuentre tierra buena en nuestro corazón para que no se pierda. Ojalá deseemos intensamente ser como ella: mujeres íntegras, de fe recia y firme, profundamente dominicas e hijas del Padre Coll.

Querida H. Umbelina, gracias.

Querida H. Umbelina, descansa en paz.

Querida H. Umbelina, intercede por nosotras.

H. Ana Belén Verísimo García