NOTICIAS

CURSO DE FORMADORES CIDALC-CODALC

7 septiembre, 2018

«La comunidad formadora como ecosistema formativo”

 

Fecha: 16 al 26 de agosto en  Colombia.

Queridas hermanas, comenzamos, primero agradeciendo a nuestra Hna. Provincial Ma. del Carmen y al Equipo de formación, en su delegada de formación Hna. Rosa Di Tullio, por darnos la oportunidad de participar en este curso de formación y a nuestras Comunidades por asumir el trabajo que nos correspondía y así poder participar de este encuentro.

Como segundo punto, contarles que fue una experiencia en que sentimos que caminamos juntos: frailes, Hermanas y Monjas en este proyecto de la Formación Dominicana. Fue un encuentro donde unos y otras hicimos que el niño vuelva a “saltar de gozo” en nuestros corazones; esperanza, compromiso y anhelos que como Domingo y Francisco Coll tuvimos la oportunidad de poder alabar, bendecir y predicar como hermanos y hermanas de la Orden. Fue un tiempo para practicar la empatía -ponernos en el lugar del otro/a- hacer silencio y escucharnos. Vivimos como humildes buscadores y buscadoras de la verdad. Hoy la Iglesia necesita el testimonio de la comunión y evitar polarizaciones, este fue un espacio para encontrarse como familia y hacer realidad este testimonio que el mundo necesita: COMUNIÓN.  Podemos decir que para nosotras fue un retiro y un espacio de formación, con la tentación de decir como el Apóstol Pedro: “Señor hagamos tres chozas” pero como Dominicas/os tenemos que bajar a la realidad y prolongar en nuestras comunidades de formación lo que hemos vivido.

Y como tercer punto compartimos algunas resonancias de lo que fue el curso de formación.

  • El Objetivo de la formación es formar predicadores y predicadoras de la gracia, testigos de Cristo  y reflejo vivo de Cristo. Por lo tanto:
  • Para lograr la formación de un hermano y hermana predicador/a y un auténtico testigo de Cristo, se requiere la vivencia de los valores fundamentales de la vida y misión dominicana: por lo tanto tiene que haber un ambiente de oración, de pobreza y estudio, de celo apostólico y sentido de la misión, de alegría en la celebración litúrgica y en la vida común.
  • El referente clave del ecosistema formativo es el rol del prior y la comunidad formadora. Espacio donde se puede dar la vida plena para que “la especie viva y florezca y no sobreviva”. Donde la religiosa busca dar a conocer a Jesús, espacio donde nos preparamos para remar en contracorriente, crecer y alegrar al mundo. Una comunidad es formadora si permite a cada una  crecer en relaciones interpersonales, sencillez, confianza, basados en la fe y caridad
  • Una comunidad y un prior son mediaciones y no fin y ponen los elementos necesarios para que los formandos se encuentren con Dios a través de nuestro carisma para alcanzar la madurez.
  • La Comunidad Dominicana, es un ecosistema de crecimiento integral del fraile predicador y de la hermana predicadora. La vida fraterna en comunidad es un llamado del Espíritu a vivir en comunión, para vivir el proyecto comunitario de vida y misión. Compartir es evitar tener economías privadas, bolsillos distintos, privilegios; nuestras comunidades no son residencias ni hoteles sino lugares donde se comparte la fe; el mismo proyecto comunitario y evangélico, no es para buscar mis realizaciones y gustos personales.
  • Es importante tener en cuenta la dimensión trinitaria de la formación:

1.-Dios es el primer formador, el formando se forma cara a cara con Dios, hasta llegar a establecer un vínculo afectivo, solo así llegaremos a formar discípulos de Jesús consistentes en su vocación.

2.- La formación se da en comunidad, la comunidad es la que forma, vive y encarna los valores dominicanos, en un clima de valoración de sus miembros, participación y libertad responsable, la capacidad de las relaciones interpersonales que lleven a consolidar los sentimientos; de  referencia y pertenencia en el formando hacia su congregación y hermanas.

3.- El formador como referente del formando. Una formación integral donde pueda integrar y desplegar todas sus potencialidades humanas a nivel biológico, cognitivo, afectivo, sexual, moral y espiritual

  • Una Vida Religiosa profética y evangélica, que las comunidades sean un hogar donde todas las hermanas nos sintamos en casa.
  • Un ecosistema que favorezca la adquisición del habitus del estudio. Formar para la adquisición del habitus, “actitud vital” del dominico/a y su servicio a la causa de Jesús. Por lo tanto la formación inicial y permanente exigirá que cada hermano/a adquiera este habitus, elemento constitutivo de su vida como contemplativos, de la gracia y da la vocación dominicana. El no estudiar va contra el voto de pobreza. La ascesis del dominico/a es el estudio, ¿Cuántas horas dedico a estudiar?

Es importante enamorarse del estudio, porque si estoy estudiando estoy orando y viceversa. A Dios hay que buscarlo en la Teología, tradiciones y en la realidad. La imagen de María de la Anunciación nos invita a estar abiertas a escuchar la Palabra; abiertas a lo que nos revela la Verdad, que viene a nuestro encuentro. Cuando escucho la Palabra de Dios, es fértil- fecundo nuestro anuncio, puede cambiar nuestra vida, nuestras comunidades, congregación y la Iglesia. Encontremos amor y sabor por el estudio.

La modalidad de trabajo fue tipo taller, de mañana teníamos la conferencia y a la tarde trabajábamos en comunidades de vida. Esto fue muy enriquecedor porque cada hermana compartía lo pensado desde los cuestionarios y desde su experiencia como religiosa.

 No podemos escribir todo lo que aprendimos pero si podemos compartir el material recibido.

Link:  https://drive.google.com/open?id=1dkA8a7Y52JTbfiBXz_AIBAr1xP9oIrO2

HH. Mª Nieves Martínez y Flormira Araujo, Dominicas de la Anunciata

CURSO DE FORMADORES CIDALC-CODALC