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COMENTARIO AL EVANGELIO DEL V DOMINGO DE PASCUA 2023

3 mayo, 2023

Hch 6,1-7
Sl 32, 1-2.4-5.18-19
1Pe 2,4-9
Jn 14,1-12

«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí»

Hoy Jesús nos invita al camino de la búsqueda de la Verdad. Ser como El, está dentro de cada Uno de nosotros, y entre todos vivimos la como_unidad de vivir la fraternidad entre todas las personas. Con esta invitación, en cada persona reside la opción de escoger un Camino para andar, una Verdad que buscar, una Vida para compartir y disfrutar. Jesús nos invita a acoger el camino del cual nos dio testimonio, acercándonos al oprimido, al diferente, al inmigrante o al indiferente. En ese camino la única premisa que nos pidió para seguirle es amar, incondicionalmente como solo Él supo hacerlo. Esa es la puerta a una vida, frágil y corta, pero que nos trasciende si la izamos con la bondad de nuestras intenciones, la belleza de nuestras acciones y la justicia de nuestras conquistas. Porque es con el otro con el que vivo cada instante de este camino.

No hace mucho el Papa Francisco explicó que la “fraternidad es uno de los valores humanos y universales que debería estar en la base de las relaciones entre los pueblos, de manera que cuantos sufren o son desfavorecidos no se sientan excluidos y olvidados, sino acogidos, sostenidos como parte de la única familia humana. ¡Somos hermanos!”. El Papa Francisco nos recuerda el sentido del camino de Jesús, y cómo es tarea de los creyentes, pertenecientes a diversas tradiciones religiosas: “ayudar a nuestros hermanos y hermanas a elevar su mirada y su oración al Cielo. Levantemos los ojos al Cielo, porque quien adora a Dios con un corazón sincero ama también al prójimo. La fraternidad nos lleva a abrirnos al Padre de todos y a ver en el otro un hermano, una hermana, a compartir la vida, a sostenernos recíprocamente, a amar y conocer a los demás”. Ha llegado el tiempo de la fraternidad universal de la humanidad por una planetización que nos conforme a todos como humanidad en su totalidad, sin que las diferencias puedan provocar desigualdades. Porque “las sociedades en las que vivimos les ha llegado el tiempo de la fraternidad. Todos juntos, porque es fundamental ser solidarios los unos con los otros. Y por eso hoy, lo repito, no es tiempo para la indiferencia, o somos hermanos o todo se derrumba”. Ante estos tiempos de conflicto y dificultad, de explotación insostenible del cielo y la tierra, “opongamos el signo de la fraternidad que, acogiendo al otro y respetando su identidad, lo impulsa a recorrer un camino común”.

Nos dice Jesús: “En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago” y el Papa Francisco nos recuerda aquello que a los hijos de Santo Domingo tanto nos inspira, obrar en comunidad a la Búsqueda de la Verdad es el Camino, para vivir en el Padre de la fraternidad, porque hemos trabajado durante siglos para alcanzar esta fraternidad, con el Papa Francisco “En estos años hemos caminado como hermanos conscientes de que, respetando nuestras respectivas culturas y tradiciones, estamos llamados a construir la fraternidad como una defensa contra el odio, la violencia y la injusticia”, dice el Papa saludando al Gran Imán.

El Padre está en todos, el camino es para todos, la verdad la encontramos entre todos y la vida la celebramos todos, y si es juntos mejor. Que el renacer Pascual nos renueve esa misión fraterna. Desde las diversas perspectivas todos estamos en el Padre y en cada camino hay una persona que es nuestra hermana y una tierra sagrada, que hemos recibido como herencia viva y dejaremos como legado vivo a las siguientes generaciones.

Modest Jou

Provincia «San Raimundo de Peñayort»