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PRIMERA PRIORA GENERAL DE LA CONGREGACIÓN 

1889 – 30 de marzo – 2019

Así como fue ella, sencilla, discreta, así se nos suele pasar el aniversario de su tránsito al Cielo: inadvertido, como un día cualquiera… Pero en este año en que celebramos el décimo aniversario de la canonización de nuestro querido Fundador, San Francisco Coll, conviene que tengamos para ella un recuerdo agradecido. Ella, que fue su compañera inseparable casi desde el principio. Ella, mujer de innegable fecundidad, de quien el Necrologio redactado por D. Joaquín Soler expresa: «Así concluyó su mortal carrera la Primera General y cofundadora con el apostólico misionero P. Coll de esta Congregación dominicana, habiendo admitido en el espacio de unos 36 años, más de 700 hermanas y abierto poco menos de 100 establecimientos de enseñanza y beneficencia…» (Testimonios, p. 409). De Rosa se dijo que fue la persona de más confianza que tuvo el P. Coll en su vida (Getino, p. 118) y también que «en sus manos todo crecía»…

En este momento de la historia, en que la figura y el aporte de la mujer se abren camino para salir a la luz, es de justicia que tributemos a la Hna. Rosa Santaeugenia un merecido homenaje. También ella ?como muchas otras religiosas en el siglo XIX? fue pionera en abrir espacios de protagonismo femenino, preocuparse por la formación de las hermanas y de la educación de las niñas. Dulce y cariñosa pero a la vez valiente y arriesgada, fuerte en la adversidad, sobrellevando el peso de la Congregación, especialmente a partir de la enfermedad del Padre Coll. Provista de preciosas cualidades humanas y espirituales, que aunó con indudables dotes de gobierno.En verdad, tenemos que lamentar que no hayan quedado abundantes testimonios sobre ella … sin embargo, con la ayuda de la investigación histórica y la penetración de quien sabe «ponerse en el lugar del otro», podemos acceder a un no despreciable

caudal de información y reflexión sobre su figura.

Es nuestra intención ir publicando, durante este año, parte significativa de esos documentos y artículos; algunos de ellos tal vez conocidos pero olvidados, aunque también esperamos contar con nuevos aportes.

Aprovechemos, pues, esta oportunidad, para reconocer en la entrañable figura de la Hna. Rosa Santaeugenia un motivo vigoroso de inspiración para toda Dominica de la Anunciata, y, más ampliamente, para todos quienes comparten nuestro carisma y desean conocerlo y vivirlo en profundidad.