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Santo Padre, ¡qué bien estar aquí!,

Gracias por acogernos, las superioras generales de 72 países del mundo, reunidas en la XXII Asamblea Plenaria de la UISG, aquí presentes y quienes se conectan online. Junto a nosotras miembros de Staff e invitados y colaboradores en esta asamblea. Es un regalo y una gracia podernos encontrar con Su Santidad.

Lo primero que queremos compartir es nuestra oración, y nuestra comunión, nuestras lágrimas, en la misma preocupación y el dolor por la guerra en Ucrania, también en Siria, Este de Congo, Yemen y en tantas partes del mundo.

En medio de esta oscuridad le traemos una luz y esperanza que en estos días de la Asamblea están emergiendo en medio de la vulnerabilidad que descubrimos como espacio de oportunidad, porque Dios hecho carne, abajado, se revela y nos llama…

Como le habíamos compartido, con el tema de la asamblea Abrazar la vulnerabilidad en Camino Sinodal,hemos querido recoger la experiencia vivida en estos últimos 3 años y vislumbrar caminos a seguir. La asamblea ilumina los caminos de nuestras congregaciones. Tres años particularmente marcados por tantas fragilidades humanas, eclesiales, sociopolíticas y también en nuestras comunidades. La paradoja evangélica que cuanto más débiles, más fuertes somos, nos recuerda que este es un tiempo del cambio, por eso nos atrevemos a decir que, a pesar de tantos signos de fragilidad, la vida religiosa no está muriéndose, sí se está trasformando.

Esta trasformación, sentimos, viene de la escucha. Estamos a la escucha, junto con toda la Iglesia en camino sinodal, como discípulas y hermanas, aun cuando no faltan resistencias y dificultades que encontramos en este proceso. A veces nos frenan, hacen sufrir ….no es fácil escuchar dentro de nuestras congregaciones y en la realidad eclesial … Lo estamos aprendiendo y profundizando. Pero tampoco es fácil hablar con parresia…

En la asamblea están surgiendo luces y preguntas … Seguimos preguntándonos: ¿qué cambio pide Dios, a la luz del sínodo, a la vida religiosa, sobre todo en el ejercicio de autoridad y en la manera de participar en la misión de la Iglesia, como mujeres y religiosas? Cómo sostener el paso del Sínodo cuando la iglesia local no lo ha puesto aun en práctica … Cómo ser esperanza para los que más sufren … Cómo sostener un diálogo paciente y artesano de discernimiento en medio de los contrastes y diversidades….

Cómo cuidar que toda la comunidad eclesial, pueda ser escuchada, especialmente los excluidos, los alejados …

Aquí estamos para escucharle porque sentimos que, como siempre con Sus palabras nos va a iluminar… desde los confines del mundo, expresamos nuestro amor y entrega.

Hna. Jolanta Kafka, rmi, Presidenta de la UISG

Fuente: UISG