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Del día 9 al 11 de Febrero, se reunió el grupo de hermanas de las últimas promociones bajo el lema: “A vino nuevo, odres nuevos”. Las hermanas de Madrid-Casa General nos acogieron con mucho cariño.

Fuimos llegando la tarde del viernes de los distintos puntos de España y de Francia. Nos convocaba H. Mª Inés Fuente para compartir nuestra reflexión e inquietudes de cara al próximo Capítulo general y pensar en común algunas propuestas concretas.

De trasfondo teníamos el mensaje del Papa Francisco a la Vida Consagrada en su último viaje a Chile. En tres momentos fuimos identificándonos con las actitudes de Pedro y de la comunidad cristiana: el abatimiento, la misericordia y la transfiguración.

Nos sentimos invitadas a enfrentar la realidad personal, provincial y congregacional tal y como se presenta, sin desánimo ni turbación. Nos confrontamos con nuestras glorias, pero también con nuestra debilidad. En nuestras heridas, están también los signos de resurrección. Nuestra historia está llena de sacrificios, de lucha, de servicio y  de esperanza.

Nuestro aporte a la Iglesia vendrá dado por una Congregación que, consciente de su realidad, se siente necesitada, vuelve los ojos al Señor y busca desde su ser profético, crear las condiciones para que cada persona pueda encontrarse con Jesús.

Las 16 hermanas buscamos por grupos, realidades que potencian y que bloquean el crecimiento y la renovación en tres ámbitos: la mística, la comunidad-comunión y la misión apostólica desde nuestro carisma de la Anunciata.

Intentamos desde la fidelidad al Espíritu dar respuestas concretas a las llamadas, a los desafíos de hoy y recogimos la puesta en común de todos los grupos.

En esta búsqueda de lo que Dios nos pide y guiadas por H. Mª Inés, tuvimos espacios de oración, eucaristía presidida por Javier Garzón OP y encuentro fraterno entre nosotras y con las hermanas de la comunidad.

Un regalo especial fue la presencia de la H. Mª Jesús López que acudió en un momento del encuentro desde El Roble. Desde que fue nuestra maestra de novicias, ha seguido la vida de cada una de nosotras y ahora, celebraba gozosa nuestra fidelidad. Por nuestra parte, el recuerdo emocionado al valorar al cabo de los años, la semilla que depositó en nosotras.

Nuestro agradecimiento a H. Mª Natividad Martínez, priora general, que compartió con nosotras la oración inicial, la puesta en común de las propuestas, la celebración de las bodas de plata de las Hermanas Adèle Nacoulma, Rosa Alfaro y Loli Virgel ya cumplidas en el 2017; tuvimos también presente a la H. María Luisa Rodríguez que las había celebrado en Chile y desde allí nos envió un recuerdo de la visita del Papa. La priora general, después de aportarnos su visión lúcida sobre algunos aspectos, nos dio la bendición solemne.

La cariñosa acogida de la comunidad y sus atenciones, así como la dedicación a la formación de H. Mª Inés, hicieron posible que disfrutásemos del encuentro y que soñáramos con oportunidades, con posibilidades de gracia que Dios nos da si le dejamos actuar en toda su plenitud

H. Loli Virgel