DONDE ESTA TU TESORO ESTA TU CORAZON

1 febrero, 2021

Con motivo de la Jornada de la Vida Consagrada (2 de febrero), compartimos el testimonio de nuestra hermana Norma, del Perú, que ha realizado recientemente sus Votos Perpetuos y nos comunica la alegría de la consagración como hermana Dominica de la Anunciata:

“Donde esta tu tesoro esta tu corazón” Mt 6, 21

El 16 de enero del 2021, realicé mi profesión perpetua en Chile, en la ciudad de la Serena, junto con mis queridas hermanas de comunidad. Fue una celebración emotiva y de mucho significado para mí, ya que lo realicé en pandemia y lejos de mi familia.

Habíamos hecho planes para mi profesión, con mi comunidad y con mi familia, pero como dice el refrán, “el hombre propone y Dios dispone”. A raíz de este refrán que muchas veces lo escuchamos y repetimos me he puesto a reflexionar, que, sin Dios en nuestras vidas, nada es posible. Gracias a Él, nos movemos, existimos y somos(Hch 17,28)

La Vida Religiosa, es un misterio de amor entre un Dios que llama y un ser humano que responde libremente y por amor. Con libertad y por amor, formo parte de esta familia Religiosa, mi familia, quien a lo largo de estos 11 años me ha acompañado para dar este Sí definitivo. Soy consciente que tendré mis altos y mis bajos, pero Dios que llama y ama a quienes elige, siempre estará a mi lado, dándome fortaleza para responder cada día con generosidad y valentía.

Nunca me cansaré de dar gracias a Dios por cada una de las personas que puso en mi camino, en especial por cada una de mis formadoras, mujeres extraordinarias, entregadas en cuerpo y en espíritu al proyecto de Dios. Inicié mi proceso vocacional acompañada de Hermana Roser Llorens, un gran ser humano, que siempre dejaba una palabra de esperanza, daba gusto y confianza conversar con ella, mantendré en mi mente y en mi corazón sus palabras, “Norma seguimos a Jesús, no te olvides nunca”; “para algunos seremos inteligentes, para otros no, pero eso no te hace ni más ni menos”.

Como te pagaré Señor todo el bien que me haces, por tantas hermanas buenas y santas que pones en mi camino, mujeres que me enseñan que vale la pena jugarse la vida por ti, por tu proyecto. Mantén mi corazón dispuesto siempre a escuchar tu voluntad y como María en la Anunciación siempre poder decirte, “Hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1,38).

Hna. Norma Esperanza R. C.