Cristo Rey… Qué raro que suena a nuestros oídos acostumbrados a gobiernos democráticos, o al menos intentando ser democráticos… Pero más allá de la terminología es la palabra que más repitieron los labios de Jesús: el REINO.

Si repasamos los evangelios vamos a descubrir que Jesús nunca habla de Dios sin hablar del proyecto que tiene Dios de hacer una vida más humana, más buena, más respirable para todos, empezando de los últimos. Él lo llamaba Reino. Si Dios reinara las cosas cambiarían, serían mejores. Nunca Jesús pensaba en Dios sin pensar en el proyecto de Dios de humanizar la vida. Es más, si profundizamos en los evangelios no vamos a encontrar que Jesús diga: Busquen a Dios, pero si: “Busquen el Reino y su justicia y todo lo demás se les dará por añadidura”

Para los judíos contemporáneos de Jesús la ley era lo más sagrado. Para Jesús también la ley es importante, pero ya no ocupa el primer lugar. Él se ocupa en compartir otra experiencia: “el Reino está llegando”. Mi Padre Dios está buscando abrir caminos para hacer un mundo más humano en donde el que tenga hambre pueda ser saciado, en donde el que esté desnudo encuentre ropa para abrigarse, en donde el que se siente solo experimente la compañía y cercanía de un “otro”.

Esto es el Reino de Dios. Este fue su sueño desde siempre para sus criaturas. Cristo reina si hacemos posible un “mundo otro”. No otro mundo. Si no hacer de este, nuestro mundo, un mundo habitable, pero para todos.

Siempre hemos escuchado aquella frase tan linda de San Juan de la Cruz “al atardecer de la vida nos examinarán en el amor”. En esta parábola de lo que será el Reino eterno, Jesús no habla de la palabra “amor” habla de cosas más concretas. Se nos pedirá cuenta de ¿qué hemos hecho cuando nos hemos encontrado con alguien que nos necesitaba?

Qué irónico celebrar “Cristo Rey” en tiempos de guerra, “Cristo Rey” en tiempo de pateras hundidas en el Mediterráneo. “Cristo Rey” en tiempos de catástrofes naturales ocasionadas por el mal uso que hacemos de nuestro planeta. “Cristo Rey” cuando tantos hermanos y hermanas caminan semanas y meses para escapar de sus países en busca de un futuro mejor. “Cristo Rey” en tiempos de millones de suicidios por día por falta de sentido para vivir. Somos nosotros los responsables de que Cristo reine.

La parábola de Jesús nos obliga a hacernos preguntas muy concretas: ¿estoy haciendo algo por alguien?, ¿a qué personas puedo prestar yo ayuda?, ¿qué hago para que reine un poco más la justicia, solidaridad y fraternidad entre nosotras?

Lo esencial y definitivo es vivir al modo de Jesús y como dice la canción de Cristobal Fones “Tu modo” le pedimos a Jesús, en este día que celebramos el querer instaurar su Reinado: “Jesús, enséñame tu modo de hacer sentir al otro más humano, que tus pasos sean mis pasos, mi modo de proceder”

Hna. Ana Uccelli