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COMENTARIO AL EVANGELIO XII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

20 junio, 2023

Mt 10,26-33

¡¡No tengáis miedo!!

El miedo es un mecanismo de defensa que nos pone en alerta ante situaciones de riesgo. Cuando el miedo se apodera de nosotros puede ser un gran problema porque nos coloca a la defensiva y despierta fantasmas dentro de nosotros que nos vuelven desconfiados, inseguros, tristes…

El miedo genera sospecha ante los demás y bloqueos con uno mismo. Alimenta rencores, genera soledad y justifica actitudes defensivas ante las personas.

El Evangelio de hoy nos invita a la valentía en la profesión de nuestra Fe. Es una llamada a la confianza en el Padre que no nos abandona. Sus palabras suenan hoy a consuelo y estímulo.  Nuestra fortaleza se apoya en el poder de Dios que nos cuida y nos sostiene, que no va a permitir para nosotros ningún mal que no conduzca a un bien mayor.

La fe comporta riesgos que es necesario afrontar. Nada hay en la Fe que deba ser silenciado, nada que nos impida mostrarlo a plena luz. Pero las verdades de la Fe pueden molestar a determinados poderes… pero su poder no va más allá de dañar el cuerpo. Sería muy triste descubrir que es verdad lo que se ha negado por temor, por miedo, porque no digan, por no complicarse la vida, por no estar de moda… No cabe la indiferencia. Hemos dejado nuestra causa en buenas manos. No cedamos al miedo.

La confianza es un aprendizaje y un arte que hay que desarrollar…no tiene nada de espontáneo, tienen que acoger las dificultades que nos presenta la vida, por eso nos cuesta confiar. Parece fácil cuando las cosas van bien… pero llegan crisis, problemas, dificultades y entonces las palabras de Jesús cobran vida: ¡¡No tengáis miedo!! Y esto nos lo dice muchas veces en el Evangelio. El miedo se disipa cuando se experimenta la paz interior. Quien se sabe reconciliado acoge la invitación de Jesús a no tener miedo, seguro y confiado en que Él siempre estará a nuestro lado y se pondrá de nuestra parte. No dudemos de su presencia, Él ve lo escondido de nuestro corazón. Tengamos esperanza sabiendo que él es nuestro fuerte defensor (Jr 20.11) y valemos mucho para él. (Mt 10.31).

Pidamos en este Domingo al Señor valor para declararnos a favor suyo delante de los hombres y mujeres de este mundo y de este tiempo… confiemos en su misericordia y bondad frente a las debilidades de nuestro corazón. Qué con su gracia sepamos dar la cara por Él y estar siempre de su parte. Él no nos va a dejar de su mano. Confiemos.

¡¡ No tengamos miedo!!

H. Lourdes Rodríguez

Provincia «Rosa Santaeugenia»