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Del día 16 noviembre al 11 de diciembre tuvo lugar el encuentro de Hermanas Formadoras de la Congregación, en Vic –Casa Madre-. Participamos 21 hermanas, pues a partir del 25 de noviembre, se incorporaron al grupo de formadoras las HH. Provinciales y Superiora del Vicariato. Agradecer la presencia de las hermanas del consejo General, durante buena parte del encuentro, que con su aporte dieron el toque especial para tejer los finos hilos del proceso formativo.

Contamos con ponentes con amplia experiencia en la formación. Iniciamos con P. Vito Gómez OP, que compartió el tema “Alabar, bendecir y predicar”; la H. Amelia Robles, desde la sencillez y hondura que la caracterizan, habló de las actitudes de la formadora, destacando cuatro aspectos que luego fue desarrollando, enfatizando en un único concepto “SER MAESTRAS: el amor, el respeto, la humildad y la profecía”; la H. Mª Ángeles Figuls, con la reflexión de la “Importancia de la liturgia en el crecimiento vocacional”; el P. Adrián López sj, sobre “Evaluación y acompañamiento vocacional” y finalmente, Almudena Olivares trató la temática de la “Profundidad en el proceso de formación”.

Se compartieron experiencias sobre encuentros o congresos relacionados con el tema formativo. Es el caso de las HH. Mª José Abad e Inés Fuente que compartieron lo recibido en el Congreso de formadoras y de Vida Consagrada celebrados en Roma. La H. Mª José también habló de la intervención que en el mismo congreso ya citado, tuvo el P. Amadeo Cencini, aportando el término FORMACIÓN CONTINUA, como proceso en toda nuestra vida.

La participación del consejo General fue enriquecedora con conocimiento de las diferentes realidades que tenemos. La H. Ana Penadés -delegada general de PJV- compartió el tema “La Pastoral vocacional y la Formación”, haciendo énfasis en tres puntos: la formadora como primera agente de pastoral vocacional, hacer relatos (de nuestra vida como religiosas) y la comunidad vocacional. La H. Mª Victoria Sánchez -ecónoma general-, nos hizo reflexionar de cómo gira el mundo con una economía envolvente y para profundizar en el tema se enfocó en tres preguntas: ¿Dónde estamos? ¿Dónde estoy? ¿Cómo estamos?. Las voces en disonancia con la economía actual, la voz de la Iglesia y nuestra postura frente al voto de pobreza. Y la H. Mª Natividad Martínez -Priora General- a partir de una bella reflexión con el fondo de Vivaldi, inicia su ponencia con la frase: “La belleza despierta la vida espiritual y el cultivo de la dimensión espiritual” y  basó su compartir desde el mundo de la belleza, las inteligencias múltiples, la inteligencia espiritual, la formación espiritual, confrontando en muchas ocasiones con  Nuestras Leyes.

Otro momento importante fue la presentación del borrador del Compendio de la Historia de la Congregación presentado por las hermanas del equipo de Carisma. Una presentación muy rica y a la vez emotiva. Con el lema “Beber de la propia fuente” nos adentraron a vivenciar la andadura de la Congregación desde el inicio hasta nuestros días.

Como en cada encuentro, también se presentó la realidad –en este caso formativa- de las distintas provincias y vicariato. Disfrutamos en este compartir escuchando a las distintas formadoras hablar de cómo se van viviendo y afianzando las etapas formativas en los lugares donde tenemos jóvenes en los primeros años de formación. No faltaron preguntas, inquietudes y aportes de cómo se va formando en los diferentes continentes.

Dedicamos otros días a tratar las diferentes realidades y desafíos que presenta la formación HOY. Desafíos que tenemos que afrontar, sabiendo que se forma para la vida y que nuestra formación es continua y no solo de una etapa. Los dos últimos días trabajamos en grupo de etapas formativas y se dieron las aportaciones para la actualización del Plan General de Formación.

No podían faltar en este encuentro los momentos de peregrinación que nos hicieron entrar en sintonía con el carisma, como historia germinante de la Orden y Congregación. El día 20 de noviembre tuvimos la dicha de peregrinar al sur de Francia para orar, celebrar la Eucaristía y admirar lo que en su día Santo Domingo contempló y caminó por los senderos de Prulla, Fanjeaux, Carcasona; finalizamos esta jornada compartiendo la oración y la merienda con nuestras hermanas de la comunidad de Lézignan, a las que se unieron las de la comunidad de Valrás. Otra hermosa peregrinación que siempre hacemos con un cariño entrañable fue Gombrèn. Todo rincón nos hacia recordar a nuestro querido P. Coll. El compartir con nuestras hermanas de la comunidad que siempre acogen con ese calor de familia, a pesar del frio. Y, no podían faltar los lugares de los inicios de la Congregación, un camino que recorrimos en Vic siguiendo las huellas de nuestro Fundador.

Quedan muchas cosas para compartir. Llevamos cada una la esperanzadora misión de la formación, el gozo de ver florecer a la Anunciata en los cuatro continentes, de apoyarnos en este proceso, de saber ser “maestra” y maestras buenas –como nos decía la H. Amelia- en el acompañamiento de las personas que se nos han confiado, haciendo crecer la vida a todos los niveles. Y, en todo esto que nos llevamos, quedan en nuestro corazón cada una de las hermanas mayores y enfermas de la enfermería.

Agradecimiento muy especial a la H. Inés Fuente, encargada del encuentro. Siempre con todo a punto, como es característico en ella, no le faltaron detalles para hacer de estos días de formación un tiempo rico en todos los aspectos. Agradecimiento al Consejo general por proporcionarnos estos días formativos y de encuentro fraterno, a nuestras comunidades y, ¡cómo no! a la comunidad de la Casa Madre que con tanto cariño nos acogió y con quien compartimos muchos momentos.

H. Zoila M. Flores