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MEMORIA  Y PROFECÍA

La Provincia San Raimundo de Penyafort ha puesto broche de oro a un Año en el que toda la Congregación ha vivido el valor de la Fidelidad,  apoyada  en el ejemplo de siete hermanas nuestras  que fueron testimonio máximo del Amor y profecía  viva  de que la Vida triunfa sobre la Muerte.

En esta jornada del 4 de noviembre de 2017, en plena visita canónica de la Priora general a las comunidades, recibimos un nuevo impulso en nuestra vida consagrada. Lenta, pero persistentemente, ha ido cayendo en nosotras a lo largo del año la semilla del Martirio que nuestras siete HH. Mártires derramaron en los surcos de la Anunciata. Hoy nos convocan y hacemos memoria.

Ellas, conscientes de la gravedad del momento socio-político que vivían, tuvieron miedo, se sintieron débiles y fue en ese momento preciso que brotó en cada una la fuerza de la fidelidad, la fuerza de hacer realidad la entrega prometida, de dar su vida por Cristo, de derramar su sangre si era preciso, antes de renegar de su gran Amor.

Fidelidad, entrega, perdón es la trilogía que se repite en todas ellas. Un gran testimonio y una viva profecía. La debilidad humana y el miedo se transforman en fortaleza y valentía para dar la vida y perdonar como Jesús hizo a lo largo de su camino.

La jornada estuvo dividida en dos momentos significativos:

1. La Acción de Gracias, hecha Eucaristía, presidida por el P. Xabier Gómez O.P. que comenzó recordando la enorme fuerza que la Eucaristía tiene de actualizar la llamada a la fraternidad y de conectarnos al testimonio de Jesús en la Cruz y en la Resurrección; hemos venido a hacer memoria y profecía –nos dijo- pues cuando son los mártires de Cristo y su evangelio los que nos convocan, hacemos memoria y profecía; en el Sí de nuestras HH. Mártires se repite la fidelidad de Jesús a su Padre y en nosotras se hace eco y compromiso. En su homilía nos aconsejó leer su biografía y descubrir en ellas una encarnación de la misma dinámica redentora de Jesús; destacó con gran cariño algún rasgo de cada hermana y manifestó un gran aprecio por su hermano y nuestro Fundador el Padre San Francisco Coll.
2. El relato significativo de cada mártir hecho camino, decorado con gusto, y alumbrado por la antorcha del amor, entrelazado por un Misterio Luminoso y la alabanza a María, suplica y recuerdo de su entrega “Bendita tú eres entre todas las mujeres… ruega por nosotras ahora y en la hora de nuestra muerte…” Y mientras tanto ¿qué significado tiene para nosotras este homenaje, ese adentrarnos en sus vidas, esa gota ritmada que durante el Año hemos vivido en comunidad? Miedo, cobardía > Confianza. ”Todo lo puedo en Aquel que me conforta”.

Estuvo con nosotras a lo largo de toda la jornada la H. Mª Natividad Martínez, priora general,  acompañada por la H. Inés Fuente. Al final del encuentro H. Nati nos estimuló a tener en cuenta la caridad, la caridad, la caridad para vivir el momento presente con serenidad.

Viviendo ya la entrega incondicional, haciendo de nuestras limitaciones crecientes, un don, un sacrificio, un martirio incruento, un perdón recibido y dado y una esperanza del gozo eterno, también nosotras seremos semilla de nuevas vocaciones. Tenemos en nuestras manos esta posibilidad. Jesús, el P. Coll, María y nuestras 7 HH. Mártires fortalecerán nuestros pasos.

El camino terminó junto al altar con las fotos de todas ellas y delante de nuestro Fundador a quien nos hemos presentado y pedido que nos eche una mano para completar el camino que Dios tiene previsto para cada una de nosotras.

H. Argelina Álvarez