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VOLUNTARIADO ANUNCIATISTA LA SERENA – CHILE

4 febrero, 2015

Misión compartida en las comunidades de Guatemala 2015

 

En este tercer año de misión compartida, queremos dejar testimonio de nuestra experiencia de voluntariado en las Comunidades Religiosas y Educativas de Lancetillo, Cahabón, Telemán y Casa Anunciata.

Ante tantas vivencias de fe, cultura y vida no nos queda más que agradecer a Dios por este “tiempo de gracia”. Nuestra gratitud a todas las personas que fueron parte de esta experiencia.

Itinerario del Voluntariado Anunciatista año 2015

 

Tiempo de preparación

 En este tercer año de voluntariado la propuesta de trabajo estuvo centrada en compartir nuestra experiencia como educador anunciatista a partir de los cuatro ejes que fundamentan la vida de la Anunciata: Oración, Misión, Estudio y Fraternidad; siendo los maestros los principales destinatarios de nuestro quehacer.

Durante los meses previos preparamos nuestro trabajo tanto en lo académico como en lo espiritual, siempre con la fraternal compañía de las Hermanas de la Comunidad Religiosa de La Serena (Chile), finalizando este tiempo con una Misa de envío.

 Inicio del voluntariado 2015 en Guatemala

A partir de la organización del tiempo y de los lugares de misión propuesto por las hermanas de la Provincia San Martín de Porres, iniciamos nuestra itinerancia por las Comunidades Religiosas y Educativas de Lancetillo, Cahabón, Telemán y Casa Anunciata.

En cada una de estas comunidades quisimos compartir y profundizar talleres con las siguientes temáticas:

Eje Oración: Vivencia de la lectura orante de la Palabra a partir del modo de la Lectio Divina.Eje Estudio: Profundización del tema Educar con Sentido y el Desarrollo de Habilidades del pensamiento.Eje Misión: Asumirse como un Equipo Colaborativo de alto desempeño Anunciatista.Eje Fraternidad: Vivir la fraternidad a partir del autocuidado y valoración de la persona dentro del equipo.

  Reflexión final

En el desarrollo de nuestro compartir valoramos profundamente la acogida, disposición, alegría, apertura y deseos de perfeccionamiento de los maestro de las comunidades visitadas, agradecemos de corazón los momentos vividos.

Nuestra gratitud para las Comunidades Religiosas que nos recibieron y permitieron ser parte de ellas. Podemos dar testimonio de que hacen vida la Palabra a través de sus acciones diarias; alimentándose con la oración permanente, visitando enfermos, acompañando familias, organizando grupos parroquiales, acompañando a comunidades de laicos o sencillamente escuchando al hermano.

Experiencias de los Voluntarios

¡Gracias Señor por la Anunciata!

En mi segundo año de Misión compartida con las hermanas y los profesores de las comunidades que hemos visitado, he sentido realmente que la Anunciata es obra de Dios. Fueron días de muchas alegrías, fe compartida, vocación hecha vida, entre compañeros que compartimos el mismo carisma y que nos sentimos parte de esta gran Familia Anunciatista.

Un abrazo a cada una de las personas con las que pude compartir en esta misión, gracias a Dios por la vida de cada uno.

 Mirta Flores Vargas

 ¡Bendecida!

Así es como me siento después de vivir por primera vez la experiencia de voluntariado Anunciatista en la “Provincia San Martín de Porres” Guatemala. Fue maravilloso el compartir con las Hermanas de cada una de las comunidades, poder apreciar su ardo trabajo de pastoral con las personas de cada localidad, además de la entrega en los Centros Educativos, en donde se refleja un ambiente alegre con apertura y entusiasmo.

Doy gracias a Dios por la bendición de conocer a personas sencillas pero con un espíritu de fraternidad profundo, con grandeza en sus acciones, además de conocer paisajes que invitan a la contemplación.

Agradecida y bendecida.

¡Cada día me enamoro más de la misión de la Anunciata!

Susana Blanco Rojas

Ser parte de la Anunciata es una gran alegría y tener la experiencia de compartir el trabajo misionero junto a las Hermanas de las comunidades de La Serena y Guatemala es una gran bendición de Dios.

En este tercer año de Misión Compartida en las comunidades de religiosas y educativas de Guatemala reafirmo mi gratitud y admiración por  tan noble trabajo que las hermanas realizan en sus contextos sociales y culturales, haciendo vida el mensaje de nuestro Fundador Francisco Coll de encender luces y que estas se extiendan por el mundo.

Quiero agradecer a todas las personas que me acompañaron por estas tierras guatemaltecas con sus palabras, afecto y oración. Pido a Dios Padre bendiciones para toda la obra de la Anunciata y que esta siga siendo un faro que alumbre el camino de muchos.

Cristian Carvajal Velásquez