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TEJIENDO FRATERNIDAD

19 enero, 2020

  Los días pasan. Las idas y venidas de las secretarias y presidentas de las distintas comisiones, indican que algo se está creando. Necesita tiempo. Una elaboración y otra, y una siguiente. Hay que acordar, corregir, consensuar, decidir. Se trabaja en pequeños grupos y en asamblea. Se reflexiona, se ora, se llega al consenso.

  Tras una propuesta, diálogo, escucha, acogida, discernimiento. Momentos vividos con intensidad. Nos vamos conociendo. Esfuerzo, ilusión, dosis de humor, oportunidades…se aprende a decidir corriendo el riesgo de ser utópicas. No pueden faltar todas las posibilidades de relación: con Dios, con nosotros mismos, con los demás…Tenemos en cuenta los distintos ámbitos en los que nos movemos: colegios, parroquias, comunidades, residencias, lugares de inserción….

  En cada comisión se está atenta, se comparte, se abre la mente y el corazón, nos regalamos unas a otras a través de todos los aportes. Se entienden miradas, se interpretan silencios, se guardan secretos, se perdonan errores y se crean lazos.

  Algo único e irrepetible está naciendo. Hablamos de posibilidades, de alternativas, de cosas que mantener y otras que abandonar. Hay que dar tiempo al tiempo y tener paciencia. Unas veces pensamos con la mente y otras…¡nos puede el corazón!.

  No queremos palabrería. La experiencia nos dice que el ejemplo es más poderoso que las palabras. Nos gusta lo sencillo cargado de contenido. Frases cortas que expresan lo fundamental, lo esencial bañado de un lenguaje actual y cercano.

  El proceso es lento. Cada día, un poquito más de desarrollo. Hay que esperar. Los marcadores de la vida de la nueva provincia Rosa Santaeugenia se están gestando.

  Ayer pasamos, todas las comisiones,  por el rastrillo que con esmero prepararon las hermanas de la residencia. ¡Cuántas horas dedicadas a tejer, a cortar, a elaborar, a confeccionar aquellos detalles con un fin misionero!

  Gracias a las comunidades de Vic, al deseo de volver a encontrarnos con las fuentes en la capilla del P. Coll, a los ratos de oración y de distensión, a la fuerza de la oración de todas las hermanas y a todos los que colaboran para que podamos realizar esta tarea de alumbramiento.

Hna. Loli Virgel