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TALLER DE “EDUCADORES RABDOMANTES” EN RAMOS MEJÍA

2 julio, 2015

El sábado 27 de junio a las 8.30 h. era el día y la hora acordada para llevar a cabo la segunda parte del Taller de “Educadores   Rabdomantes”. Un húmedo y lluvioso día nos esperaba; realidad que no impidió que los equipos directivos de los colegios de Buenos Aires fueran llegando puntualmente a Ramos Mejía, ya que el colegio Santo Domingo era en esta ocasión el anfitrión.

Esta vez había un “plus”, la presencia de la Priora General, H. María Natividad Martínez de Castro,  que se encontraba pasando visita en una de las comunidades de Buenos Aires, se acercó para compartir el Taller, gesto de cercanía y comunión que nos ayuda a laicos  y hermanas en misión compartida a fortalecer los vínculos congregacionales.

La oración de la mañana, preparada por el equipo directivo del “Santo”,  nos invitó de forma  creativa, a través de dos presentaciones,  a dar gracias al Señor por los 100 años de trayectoria y vida del Colegio, la canción “QUEDATE AQUÍ SEÑOR”, no hay otro lugar para estar mejor”, dispuso el corazón de todos los presentes para vivir en FAMILIA, otra jornada de búsqueda y reflexión, de  fraternidad y oración.

Comenzamos recordando algunos de los momentos vividos en el Taller de Abril: nuestras preocupaciones, desafíos, ilusiones, temores que habían quedado escritas en el poncho; los “modelos de docentes” con los que nos encontramos en nuestras instituciones; las tensiones que a diario vivimos; y el desafío de convertirnos en “Educadores Rabdomantes”.

La canción: “El Brindis”, de Soledad Pastoruti, nos puso en clima y así empezamos compartiendo el eco de la misma, muchos coincidíamos que podía ser nuestra propia vida y tanto hermanas como laicos nos encontramos reflejados en su letra.            

               

Luego de la canción nos hicimos una pregunta: ¿Qué pensamos cuando escuchamos la palabra “HIMNO”? Surgieron diferentes  y ricas respuestas.

Se no invito a pensar que podríamos remplazar la palabra himno por la palabra Espiritualidad.  

Santo Domingo y el Padre Coll tuvieron una espiritualidad concreta que la hicieron vida y de la que hoy nosotros también nos enriquecemos. Nuestra espiritualidad Dominicana hace referencia a la imagen del pozo, el pozo de Domingo.

¿Nos animamos a ser educadores Rabdomantes? ¿Buscar en nuestro propio manantial y ayudar a los otros a descubrir el propio? ¿Qué implicaría esa búsqueda?

La pregunta quedo propuesta, nos marchamos a un pequeño break y al volver nos reunimos por colegio.

 Por la tarde trabajamos el segundo bloque: Adultos y adolescentes una alianza de sabiduría: La alianza de los maestros y los soñadores.

Como adultos educadores somos convocados a intuir y ver lo que no se ve, el manantial que hay en la vida de nuestros alumnos.

La imagen del zahorí nos evoca el desafío de narrar a muchos los que unos pocos ven, oyen y tocan: el testimonio de una obstinada esperanza. El zahorí nos indica que el manantial de la verdadera espiritualidad está en la Palabra de Dios, la misma que inspiró a Domingo de Guzmán, al Padre Coll y que le dio a ambos novedad y originalidad.

La mirada zahorí a la que estamos convocados cada uno de nosotros “Maestros de carne y hueso”, tiene una doble responsabilidad, la de hacer un trabajo con la propia vida en primer lugar y estar abiertos y disponibles a compartir los procesos de los soñadores… nuestros alumno. 

Se nos propuso el desarrollo de lo que llamamos: “Tareas – zahorí”:

Convocar la sed, dejarse atraer hacia el Manantial

Saber mirar: “reconocer las convocatorias del Manantial”

Desvelar sentidos: “ayudar a descubrir el sabor en el Manantial” y

Profundizar los misterios del Manantial de la Sabiduría.

En una palabra Adultos Educadores que asumen el oficio de Rabdomantes

El encuentro se cerró con la celebración de la Eucaristía y el deseo de volver a encontrarnos en el mes de septiembre, para seguir pensando y reflexionando juntos en el desafío de convertirnos en “Educadores Rabdomantes”, animados por el carisma legado por Domingo y el P. Francisco Coll.