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REFLEXION DEL EVANGELIO DOMINGO 21 DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

20 agosto, 2019

Elijo la «puerta estrecha»
Elijo el reino de Dios

El tema de este domingo es muy hermoso para escuchar, meditar y aprender de Jesús, el camino verdadero y auténtico para poder entrar al reino de Dios. Jesús es la verdaderamente la puerta de salvación para aquellos que lo eligen.

Alguien le preguntó a Jesús «Señor, ¿es cierto que pocas personas serán las que se salven?» Y Jesús respondió: «Esfuérzate por entrar por la puerta estrecha, muchos tratarán de entrar y no podrán». (Lucas 13, 23-24). La «puerta estrecha» es un símbolo del camino al cielo, el reino de Dios. La “puerta estrecha”, como todos lo experimentamos, es difícil y problemática de pasar, por lo que pocas personas la eligen; la puerta ancha es más deseable. Pero Jesús asegura en la segunda lectura que «ninguna corrección que nos hacen, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce frutos de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella» (Hebreos 12,11). Entonces, entrando por la puerta estrecha, seguramente encontraremos dificultades y sufrimientos, dificultades y decepciones, pero nosotros, los discípulos de Jesús, debemos elegir justicia en lugar de deshonestidad, amor en lugar de odio, vida en lugar de muerte. Cumplir los mandamientos de Dios es la forma básica de obtener la salvación de Dios.

La razón por la cual Jesús nos invita a elegir la «puerta estrecha» en lugar de la «puerta ancha» es que Jesús mismo, nos quiere ensenar cómo vivir según la voluntad del Padre. Dios, en su gran humildad, eligió ser hombre y vivió y murió por nosotros. Nos salvó del pecado y nos hizo hijos de Dios.

La salvación de Dios incluye a todos, como se menciona en la primera lectura «Vengo a reunir naciones de todos los idiomas, vendrán y verán mi gloria» (Isaías 66,18). El Papa Francisco lo afirma: «Todos están invitados a pasar por esta puerta, pasar por la puerta de la fe, entrar en su vida, y permitirle entrar en nuestra vida, porque la transforma, la renueva, los dones de gozo pleno y duradero».

El sacrificio y el amor hacen que la «puerta estrecha» sea más significativa en la vida de un discípulo. Jesús responde a la persona en el evangelio «los últimos, serán los primeros, y los primeros, serán los últimos« (Lucas 13,30). Él nos dice que no podemos ser discípulos a menos que dejemos la ambición de ser grandes, para ser pequeños y sirvientes de todos.

La «puerta estrecha» no es fácil, pero es una invitación para todos que necesita una respuesta personal frente a Dios. Jesús no responde sí o no, nos deja libres para que elijamos, podemos elegir la mejor parte. Frente a nuestros ojos se abren “miles de puertas» pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas, pero hemos de elegir las opciones que nos ayuden a ser justos ante Dios y su pueblo. Y al final del camino recibiremos la recompensa de nuestras elecciones. Así que pasemos por la «puerta estrecha». Elijamos el reino de Dios.

Hna. Agnes Đo Thi Diem Ly