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PROFESIÓN PERPETUA H. MARLENE GUADRÓ

22 enero, 2016

 El abandonarse en las manos del gran maestro fue la bonita experiencia que viví en ese momento de mi profesión. Desde la procesión de entrada cuando escuchaba las palabras que hna. Tanchito leía en la introducción: Los magos son un modelo de fe: vieron la estrella, siguieron su llamada, dejándolo todo se pusieron en camino, “sin saber a dónde iban”; son constantes en el seguimiento de la estrella; son responsables con la búsqueda de los signos; son sencillos y dóciles, y así pueden reconocer al mesías en apariencia humilde, viví ese abandono en las manos de Jesús y una invitación a seguir descubriendo la persona de Jesús en mi vida y entregarme a El sin medida a dar gratis lo que gratis he recibido de Dios como Dominica de la Anunciata.

Escuchando las lecturas de la fiesta de la Epifanía, descubría con mayor fuerza la invitación a ser luz, a iluminar a los que necesiten de esa luz como lo hacia nuestro Padre Francisco Coll.

Cuando se llega la hora del rito de la profesión, con el llamado que me hizo hna. Rosa María Leal Priora Provincial en nombre de Jesús, sentí un profundo gozo y con seguridad de su llamada respondí y pedí la admisión a la profesión perpetua, y así fui respondiendo el interrogatorio, con firmeza y confianza en Dios. Y cuando se llego el momento de la postración, invocando a todos los santos que nos han precedido, que han seguido el camino de Jesús viviendo el Evangelio fue un momento muy especial en el que me entregaba totalmente a Jesús, sabedora de mis limitaciones y de mis riquezas y que era toda para El, poniéndome en sus manos para hacer su voluntad no la mía, sirviéndole con alegría donde me envíe como Dominica de la Anunciata.

Me sentía y me siento en estos momentos transformada e iluminada por el Espíritu Santo y así se llega el momento de la profesión donde con nerviosismo, pero consciente de lo que hacía y sintiéndome llamada por Él pronuncié mi compromiso de seguir a Jesucristo para siempre, ante la Iglesia, las Hnas. De la Congregación y el pueblo de Dios.

Y qué decir cuando hna. Rosa me da el abrazo, sentí la acogida fraterna de parte de ella en nombre de toda la Congregación, diciéndome caminaremos juntas en este mismo ideal, viviendo como familia congregada en el Señor, que se alimenta con la Palabra de Dios y la Eucaristía y así percibía en cada abrazo de las hermanas que estuvieron en la ceremonia y así recibí el anillo como alianza, para recordar mi compromiso de fidelidad. En ese momento pedía a Dios, que me conceda la fidelidad hasta el final.

Por eso quiero agradecer a Dios por caminar a mi lado y colocar en mi camino personas, lugares, situaciones que me han ayudado a discernir y descubrir mi verdadera vocación y pedirle a Jesús, que no permita que me aleje de Él y que camine junto a mis hermanas en este seguimiento, que vivamos desde el Evangelio, que la oración sea el motor de mi vida y misión.

Gracias Hnas. Por ayudarme a dar un paso más, en especial al Consejo Provincial y a las hermanas de las comunidades con las que he compartido, que Dios las colme de muchas bendiciones. Cuento con sus oraciones para que sea siempre fiel a Dios y que cada día responda con un sí a Él, sirviendo con alegría en unidad con la comunidad.