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Continuamos compartiendo las distintas maneras en que San Francisco Coll se entregaba a diversos tipos de plegaria, como la alabanza, la intercesión o la contemplación. No es rara esta creatividad para la oración entre los santos, movidos por su gran deseo de comunicarse con Dios en cuerpo y en espíritu.

A cada modo de orar del Padre Coll se han agregado citas bíblicas y algunas pistas para actualizar su mensaje y para introducirnos con palabras de hoy en el legado de oración de nuestro Fundador. Además, encontraremos unas sencillas sugerencias para quien desee realizar, de modo personal o en grupo, un rato de oración al estilo de San Francisco Coll.

2) ORAR CANTANDO

 “Aleluya, quiero alabar al Señor con todo mi corazón en la reunión de los justos, y cuando se junta el pueblo.”  Salmo 111,1

“Y María dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador.”  Lc 1,46

El Antiguo y el Nuevo Testamento están llenos de testimonios de hombres y mujeres que alababan al Señor cantando con alegría las maravillas que Él obra en bien de su pueblo. Con corazón alegre decían:

“Cantaré eternamente la misericordia del Señor”

El Padre Coll pertenece también a esa lista anónima de hombres y mujeres que han logrado la alegría del corazón por el camino del abandono confiado en el Señor. Que tienen la capacidad de maravillarse por la obra de Dios. Por eso su oración se expresa armoniosamente en el canto, en la celebración solemne de la liturgia de las Horas, en la Eucaristía; y se eleva a Dios “como incienso en su presencia”.

Desde muy joven destacó por el amor y el cuidado por el canto: “Dotado de voz dulce y sonora, que dominaba el coro, apenas profesó fue nombrado cantor, aprovechando las recreaciones para enseñar canto llano y ensayar para las fiestas” (Testimonios p. 697).

Hoy nos invita a revalorizar el canto y la liturgia bien celebrada, nos invita a poner el pensamiento, el corazón y los sentidos en cada palabra que pronunciamos, que cantamos proclamando sus maravillas en nuestra vida.

SUGERENCIA PARA UN MOMENTO DE ORACIÓN

Poner especial atención en las celebraciones litúrgicas en las que participamos, meditando lo que leemos, dando sentido y profundidad lo que cantamos como quien experimenta que la realización de los acontecimientos recitados se da aquí y ahora en su Presencia.

También podemos en pequeño grupo seleccionar un canto significativo  especialmente de alabanza, según el momento. Cantarlo, hacer silencio,… expresar aquella frase que más llega al corazón; compartir al finalizar la experiencia espiritual vivida.

ORACIÓN

Permítenos, Señor,
que a imitación de María
y de Nuestro Padre Francisco Coll,
te alabemos siempre
con corazón alegre y agradecido,
porque tú sigues haciendo
obras grandes en medio de tu pueblo.

Concédenos hacer de la liturgia
bien celebrada
ese lugar de encuentro
que hace posible
la manifestación de tu gloria. Amén

Idea y textos: Hna. Susana Ruani

Imagen: Nilda Gofré