NOTICIAS

OFRECIENDO ESPERANZA EN UN MEDIO DE VIOLENCIA

26 febrero, 2015

RFr. Timothy Radccliffe y Fr. Brian Pierce visitaron a dominicos y dominicas en Irak

Respondiendo a la invitación de Fr. Amir Jaje OP, Vicario del Vicariato Árabe de la Provincia de Francia, el ex Maestro de la Orden, Fr. Timothy Radcliffe OP (Provincia de Inglaterra) y el ex Promotor de las Monjas de la Orden, Fr. Brian Pierce OP (Provincia de San Martín de Porres, Estados Unidos) visitaron Irak del 8 al 16 de enero. Fueron 9 días de encuentro profundo con los hermanos dominicos de Bagdad y las hermanas dominicas en Erbil.

Fr. Timothy y Fr. Brian comparten con la Familia Dominicana una narración detallada, realista y conmovedora, que rebela cabalmente lo que han “visto y oído” en su paso por esta tierra habitada por cristianos prácticamente desde los tiempos de Cristo y cuya presencia se encuentra en grave peligro. Pese a la tragedia que atraviesa la vida de tantos iraquíes, el relato de los visitantes deja traslucir los signos de esperanza que pese a todo anima a los hermanos y hermanas y ofrecen las claves para ofrecer un verdadero apoyo a nuestra Familia en Irak.

Nuestros hermanos y hermanas en Irak* fr. Brian Pierce OP  y  fr. Timothy Radcliffe OP

Respondiendo a la invitación de Fr. Amir Jaje OP, Vicario del Vicariato Árabe de la Provincia de Francia, visitamos Irak del 8 al 16 de Enero. Somos muy conscientes de lo superficial que es nuestra comprensión de este bello y complejo país y su sufrimiento, pero incluso así querríamos compartir lo que hemos visto y oído, la esperanza que mantienen viva nuestros hermanos y hermanas, y lo que podemos hacer para apoyarles. Por favor, perdonad cualquier inexactitud.

Nuestros hermanos y hermanas pertenecen a una de las más antiguas comunidades cristianas del mundo, que se remonta al tiempo de Cristo. Son nuestros mayores, por lo que debemos estar con ellos en estos terribles momentos. También el sufrimiento de Irak es sintomático de la crisis de todo el mundo. ISIS, o Da’esh, como se le llama normalmente en Irak, es un hijo de nuestros tiempos. Su violencia deriva, al menos en parte, de la violencia de la cultura Occidental, con su gusto por las armas. El gusto de los jihadistas por ver nuestras películas, con sus interminables asesinatos. Somos cómplices de lo que está ocurriendo allí. Nuestras invasiones provocaron la crisis que el pueblo iraquí ahora mantiene.

Comenzamos en Bagdad. Una web de viajes en Internet nos aconsejaba no ir en absoluto, pero en caso de ir, permanecer dentro de la Zona Verde fortificada, donde están protegidos casi todos los extranjeros. Si uno atraviesa esta fortificación, los medios de transporte aconsejados son el helicóptero o un vehículo blindado. ¡Ni los frailes ni las hermanas tienen nada de esto! Mientras atravesábamos Bagdad con nuestro hermano Amir, en ningún momento experimentamos tensión ni nos sentimos amenazados. En todas partes éramos bienvenidos con una generosidad que es asombrosa, dado que nuestros respectivos países han tomado parte en la explosión que está destrozando este país.

Por supuesto, no es totalmente seguro: había terroristas suicidas y secuestros, incluso mientras estuvimos allí. Pero el arma más potente del terrorismo es el terror. Si dejamos que el terror nos impida visitar esta ciudad, o si nos tiene atrapados detrás de los altos muros de una inexpugnable fortaleza, los terroristas han ganado. Los iraquíes se sienten olvidados y traicionados, pero si uno visita a nuestros hermanos y hermanas en Irak, la bienvenida va más allá de las palabras.  Después de Bagdad, volamos a Erbil, donde nos unimos a una delegación de tres hermanas Dominicas, Dusty Farnan, Marcelline Koch, y  Arlene Flaherty, que estaban visitando el campo de refugiados en Kurdistán. Disfrutamos de la inolvidable hospitalidad de la Hna. Maria Hanna, Priora General, y su comunidad de maravillosas y estupendas hermanas. (Documento completo en el archivo adjunto)