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A la hora convenida comenzaron a llegar las hermanas: las de Becerril fueron las más madrugadoras, La Granja, Aluche, las dos comunidades de Alfonso XIII. Las hermanas anfitrionas recibían a todas con alegría y con una sonrisa franca y fraterna.

En la capilla de la comunidad empezó el Encuentro con el Oficio de Vísperas; bien preparado, entrañable y creativo, después empezó la fiesta.

Había que entrar en el comedor con “traje adecuado para el momento” ¿Cómo? ¿De qué? Derroche de creatividad por parte de las hermanas de G. Oráa. Papá Noel (H. Fruti) entregó a cada hermana las “joyas” que todas debía exhibir: unos pendientes y un collar, derroche de creatividad y una auténtica manualidad que –nos consta- más de una copiará para el aula.

Llegó la hora de entrar al comedor decorado con detalles navideños; el personal de la empresa de alimentación en perfecto orden y luciendo también las “joyas”. El menú había sido escogido con cariño, con gusto y con generosidad…

Concluido el contenido de las numerosas bandejas, la H. Fruti pudo comprobar a través de un imaginativo juego, que todas las presentes estaban requetebién de memoria; la H. Angeles Lacunza, como en sus mejores tiempos, se arrancó con una jota navarrica que fue muy aplaudida y que sirvió de introducción de múltiples villancicos populares. Los “pendientes” de repente se convirtieron en sonoras “castañuelas” que animaron el canto de los villancicos…

Al final un GRACIAS A DIOS por el rato de fraterna convivencia, animada y sabrosa en el amplio sentido de la palabra. ¡Quiera el Señor que se pueda celebrar muchos años más!.  H.A.G.