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HOY NO ES UN DÍA CUALQUIERA

25 febrero, 2017

Efemérides

En 303, Gaius Aurelius Valerius Maximianus, Dioclesiano, ordena por edicto la eliminación de los cristianos, la destrucción de sus iglesias y la quema de sus Escrituras. La implacable persecución sólo será semilla de nuevos cristianos, y apenas diecinueve años después el cristianismo es despenalizado por Constantino I el Grande y se inicia el camino hacia la cristianización del Imperio, que consumará el emperador español Teodosio el Grande mediante el Edicto Cunctos Populos.

Y en 1503, en la costa de Veraguas, en Panamá, Cristóbal Colón funda Santa María de Belén, la primera población española en territorio continental americano, la cual, al igual que le ocurriera a la primera ciudad española en América, el Fuerte Navidad, tendrá breve y aciago futuro, pues al poco de fundada, es destruída por los indios del poderoso jefe local conocido como “El Quibián”.

Es la fecha por antonomasia en la vida de ese gran español que fue el gran Emperador Carlos V, Carlos I de España, y en modo alguno, Carlos V de una Alemania que no existía entonces ni siquiera como concepto literario. Pues en 1557 entrega a su hermano Fernando, nacido en Alcalá de Henares, el cetro imperial y se retira al monasterio de Yuste, donde morirá un año después, coincidente, por cierto, con el mismo día en el que treinta años antes el propio Fernando era coronado rey de Hungría. Y también en el que treinta y dos años antes, Carlos derrotaba a las tropas de Francisco I en la batalla de Pavía y apresaba al monarca francés, concluyendo así la primera guerra de Italia con la conquista del Milanesado. Y también el mismo día pero de 1545 en que nacía su hijo el gran Juan de Austria, el vencedor de Lepanto. Y también el mismo día pero de 1500 en que en la bella ciudad belga de Gante, veía la luz por primera vez quien luego sería el gran Emperador Carlos V, que nació flamenco pero murió español, uno de los grandes españoles de la historia, y no por nacimiento, sino por elección.

En 1607, en el palacio Ducal de Mantua se representa “Orfeo”, obra del compositor italiano Claudio Monteverdi, la primera catalogada como ópera. Curiosamente, ello ocurre en la misma fecha pero de 1711 en que en Londres se estrena la ópera “Rinaldo” de Georg Friedrich Händel.

En 1895, comienza en Baire la Guerra de Cuba, insurrección cubana contra el gobierno español. España envía 9.000 soldados, y el 21 de marzo, otros 7.000. La participación de Estados Unidos en la guerra inclina la balanza contra España, que firma en 1998 los acuerdos de París por los que pierde Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

En 1896, el físico francés Henri Becquerel anuncia el descubrimiento de la radiación emitida por el uranio. En 1905, se abre el túnel del Simplón que une Italia y Suiza por ferrocarril, de 19 kilómetros ochocientos metros de largo, uno de los más largos del mundo.

En 1917, el servicio de inteligencia británico intercepta un telegrama de Arthur Zimmermann, ministro de Asuntos Exteriores alemán, en el que pide a México entrar en guerra contra Estados Unidos: es el famoso telegrama Zimmermann que se convierte en la espita que decide a los Estados Unidos a entrar en la Primera Guerra Mundial.

En 1925, en Granada se inaugura el tranvía a Sierra Nevada con 14 túneles y 21 puentes en sus 20 kms., que permite la comunicación entre muchos pueblos de la comarca.

En 1933, las Cortes españolas ratifican la confianza al gobierno por 173 votos contra 130 en el debate de los sucesos de Casas Viejas, pueblo gaditano donde el Gobierno de Manuel Azaña, apoyado por el Partido Socialista Obrero Español y otras agrupaciones socialistas y republicanas, daba instrucciones de reprimir la revuelta anarquista a toda costa, asesinándose a diecinueve hombres, una mujer y un niño.

En 1938, en la fábrica Du Pont de Arlington, en Nueva Jersey, se inicia la fabricación del primer producto de nailon destinado a la venta: un cepillo de dientes.

Y en 1991, en la guerra del Golfo Pérsico, el ejército de la coalición liderada por los Estados Unidos inicia las operaciones terrestres para liberar Kuwait, previamente invadido por Irak, “la madre de todas las batallas” que llamó Saddam Hussein, aunque a la postre la resistencia iraquí no será excesiva, y la campaña será relativamente sencilla. El ejército norteamericano llega a las puertas de Bagdad y en una maniobra que entonces resultó difícil de comprender, George Bush, que la historia conoce mejor como “Bush padre” no desaloja a Saddam Hussein del poder. Doce años después Bush hijo inicia una nueva campaña destinada ahora sí a derrocar a Saddam, abriendo al conseguirlo la caja de los truenos y destrozando todos los equilibrios geoestratégicos de la región, como si la única intención de Bush hijo no hubiera sido otra que demostrar lo inteligente que había sido su padre al no derrocar el Régimen iraquí, y lo torpe que era él al haberlo hecho. LA