NOTICIAS

Los días 22 y 23 de noviembre de 2014 finalizó la visita canónica de la Priora general a la Provincia “Santo Domingo de Guzmán”. Con el objetivo de que pudieran asistir el mayor número de hermanas, el acto para clausurar la visita tuvo lugar el día 22 en Madrid y el día 23 en Valencia. Una mayoría muy significativa de hermanas de ambas zonas acudió a la convocatoria de la Priora general.

En un ambiente muy fraterno se desarrollaron ambas jornadas que comenzaron con la celebración de la Eucaristía, presidida por Fray Juan José Lastra OP. Momento para agradecer al Señor el tiempo del Espíritu, tiempo de bendición, que ha supuesto para toda la Provincia y presentarle a todas las hermanas y comunidades de la misma.

Después de una breve pausa, el P. Lastra compartió con todas las hermanas una reflexión que sin duda, ayudará a seguir caminando con esperanza y fidelidad. Comenzó resaltando el tiempo de gracia que supone una visita canónica y la importancia y necesidad de ahondar en el sentido de pertenencia, pues, la nuestra, dijo, no es sólo una pertenencia jurídica, sino también afectiva; es una pertenencia de personas libres. Cuando la debilidad es mayor, es necesario reafirmar con mayor fuerza la pertenencia afectiva, por ello, señaló actitudes psicológicas y afectivas que debemos tener en cuenta y a modo de decálogo, nos recordó la importancia de: acentuar nuestra condición de religiosos como iconos del ser humano; revitalizar el carisma; comprometernos personalmente desde lo que somos a través de la formación y el estudio de la Palabra; desarrollar tareas más específicas de acuerdo al carisma; fortalecer los lazos comunitarios; desde la Esperanza; con disponibilidad; sentido eclesial; audacia y humildad y, sin sentirnos jubiladas.

A continuación, la Priora general agradeció la acogida fraterna en todas las comunidades y expresó las impresiones de su visita a la Provincia. Una oportunidad para tomar conciencia de la riqueza y al mismo tiempo de la debilidad que vivimos y seguir caminando con esperanza.

Después de la comida, las hermanas del Consejo general, expusieron su misión y los retos a los que, fieles a los acuerdos del XXV Capítulo general, están dando respuesta. Fue un momento de riqueza y unión congregacional que todas agradecimos. Acto seguido, rezamos Vísperas y terminamos la jornada compartiendo una suculenta merienda.

Agradecemos a H. Mª Natividad y a todas las hermanas del Consejo general su apoyo y cercanía.

H. Gloria Cañada