FIESTA DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN
El día 7 de agosto, comenzó la celebración de la festividad de Santo Domingo de Guzmán con las Primeras Vísperas y bendición del pozo. Nuestras Hermanas mayores de la Comunidad-Residencia, la comunidad del Colegio y las Capitulares nos reunimos para celebrar la Liturgia en un encuentro fraterno, entrañable.
Las vísperas, vividas con gran gozo, fueron el anticipo de la celebración del día 8, propiamente el día de Santo Domingo. La Eucaristía, presidida por un padre claretiano ya fue solemne: el ambiente de la iglesia, la directora de liturgia, las voces de las hermanas, el órgano, todo resonaba de manera festiva y con gran espíritu dominicano. El sacerdote remarcó la figura de Domingo como un hombre que supo leer los signos de los tiempos y se arriesgó a llevar adelante la Orden de Predicadores, un estilo de itinerancia, predicación, vida en común, que rompía los moldes conocidos de la vida monástica. Domingo, hombre evangélico, que hablaba a Dios o de Dios.
Se continuó con el orden de trabajo previsto en Asamblea.
Las Vísperas, también muy solemnes. El día terminó con un tiempo de recreación en común en donde cada comisión presentó lo que había preparado para amenizar el rato. Abundó la creatividad, la originalidad. Se cerró con el baile de una sardana en varios círculos.
Las Completas, bien dominicanas. Vimos un fragmento de la película Lumen ecclesiae, se rezó la oración a Santo Domingo y finalizamos con la Salve dominicana.
Día precioso de celebración de Santo Domingo: luz de la Iglesia, Doctor de la Verdad.
