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FELICES LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ PORQUE SERÁN RECONOCIDOS COMO HIJOS DE DIOS

22 mayo, 2022

ENTRE HERMANAS 2022

Mis queridas Hermanas:

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

Es con gran alegría que hoy nos encontramos de forma celebrativa y orante con motivo de la fiesta de nuestro querido Padre Coll.

Nuestro encuentro “Entre Hermanas”, nacido en un contexto de pandemia y de grandes dificultades, se va transformando en un Encuentro esperado para saludarnos, conocernos, estrechar lazos de familia.

Nos reunimos en torno al lema: “Lazos de Paz”. Las tres delegadas generales de la Misión, las Hnas Andrea, Glecy y Gloria, nos invitan a compartir nuestro deseo de Paz para todo el mundo. Un deseo de Paz que tiene como referencia a San Francisco Coll.

Muchos son los testimonios sobre el Padre Coll, en ellos encontramos los rasgos de este hombre que vivió la fe con la radicalidad propia de los amigos de Dios.

Recojo algunos de los trazos destacados por las personas que convivieron con él:

Su paz interior, su serenidad, era el resultado de su convencimiento de que el bien está por encima del mal y que, lo que la gente necesita es paz y amor.

A pesar de sufrir insultos y persecución, no se lamentaba. Era valiente en la contrariedad.

¡Cuán agradecida estaba la gente del pueblo de Moyá al P. Coll porque había logrado pacificar y reconciliar los corazones divididos!.

Era la suya una Paz que irradiaba de su ser, que reconciliaba corazones distanciados por rencores, que se comunicaba a través de sus predicaciones y en los contactos personales. Un verdadero bálsamo de paz que cura y proporciona bienestar.

El Padre Col exhortó a las Hermanas, también a nosotras, a que viviéramos en paz, unión y alegría. Y así nos dice en la Regla o Forma de Vivir de las Hermanas:

“Los que viven con esta paz, con esta caridad y unión, son semejantes a los ángeles, entre los cuales no hay pleitos, ni contiendas, ni disensiones.”(p.43)

Sabemos que nada es imposible para quienes experimentamos el Amor de Dios y lo queremos vivir y testimoniar. Las fuerzas humanas pueden flaquear, porque somos débiles y frágiles, pero siempre permanece la fuerza del Espíritu que nos impulsa a empezar cada día un amor más vivo, un amor más nuevo, un amor más maduro.

Nuestro mundo está muy necesitado de paz. Estamos invitadas a salir como estrellas en la noche, a llevar la luz del amor de Dios, de la Paz que experimentamos y saboreamos en el día a día al construir la comunión en la diversidad o diferentes circunstancias que vivimos.

Hoy, estamos invitadas a saludarnos, a estrechar lazos de familia y a orar por la Paz.

 

FELICES LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ PORQUE SERÁN RECONOCIDOS COMO HIJOS DE DIOS