ENTRADA AL NOVICIADO 2016
La celebración de Santo Domingo de este año ha estado marcada en el Vicariato Saint François Coll por la admisión al noviciado de seis jóvenes. Se trata de Adèle Likouk, Christine Tumukunde, Pauline Engoué, Barbara Bikoula, Marie Rose Nakure y Bibiane Nyiraminani. La ceremonia, para esta, ocasión convocó a las cuatro comunidades en misión en Costa de Marfil que llegaron para expresar a las nuevas novicias, su alegría y su apoyo, y así fue.
De hecho, la ceremonia presidida por la superiora del Vicariato, H. Carmen Bosch fue alegre y se desarrolló en un clima de meditación y oración en el que nos introdujeron las vísperas del día. Después de la lectura de la Palabra de Dios, elegida para la ocasión, la H. Carmen se dirigió a las novicias. Sus palabras sencillas y llenas de sentido las invitaban a lanzarse a una aventura de fe siguiendo a Cristo. Después entregó a cada una la cruz, recordándoles lo que significa para la iglesia el misterio de la cruz y su implicación en la vida de un cristiano. Las novicias a su vez, pidieron a la Superiora del Vicariato y a las hermanas allí presentes su apoyo para hacer el noviciado y que éste sea para ellas un tiempo de aprendizaje, asimilación y verdadero encuentro con ellas mismas y con Cristo.
La comida compartida fue para las nuevas principiantes una bonita ocasión de expresar su agradecimiento en estos términos: «con una alegría inmensa queremos manifestar nuestra felicidad y nuestro gozo de que desde ahora se nos cuente entre las novicias de Jesús en esta Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata. Después de un año de experiencia en esta Congregación, hemos madurado nuestra vocación, nuestro deseo de seguir y servir a Cristo a través de nuestros hermanos y hermanas. Sintiéndonos contentas del tiempo pasado, hemos expresado este deseo que arde en nuestro corazón dirigiéndoos una solicitud de entrada al noviciado. Gracias a Dios, con la fuerza del Espíritu Santo, habéis juzgado bien que seamos admitidas al noviciado y aquí estamos.
Os enviamos nuestro más sincero agradecimiento (…). Gracias a cada una de ustedes hermanas, por la sonrisa que no cesáis de ofrecernos y que continuareis ofreciéndonos, porque somos hermanas felices y orgullosas de serlo.
¡Viva a Santo Domingo! ¡Viva San Francisco Coll, nuestro padre! ¡Viva la Anunciata! Gracias».
Terminada la ceremonia se continuó con saludos, poemas, danzas y demás.