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Encuentro de Prioras. SALGAMOS PRESUROSAS AL ENCUENTRO DE LA VIDA.

27 febrero, 2017

 “Toda la fecundidad de la vida Religiosa depende de la calidad de la vida fraterna. Más aún, la renovación actual en la Iglesia y en la vida religiosa se caracteriza por una búsqueda de comunión y fraternidad. Por ello, la vida religiosa será tanto más significativa cuanto más logre construir comunidades fraternas en las que, por encima de todo, se busque y se ame a Dios; en cambio perderá su razón de ser cuando olvide la dimensión de una pequeña “familia de Dios” con quienes han recibido la misma llamada” (Juan Pablo II)

El día 04 de enero, nos encontramos las hermanas prioras de cada comunidad de la Provincia Santa Rosa de Lima, convocadas por la Hna. María del Carmen y el consejo provincial, en la casa de ejercicios espirituales “Monseñor Aguirre”, en Victoria – Buenos Aires.

Nuestro tema de reflexión: “LIDERAR EL PRESENTE”, guiado por la Licenciada Ana María Díaz, de Santiago de Chile, nos orientó de forma profesional, amena y dinámica utilizó la metodología vivencial, no por ello faltó una buena y nutrida exposición teórica.

Nos motivó a mirar los problemas y las dificultades, primeramente como parte de la vida y de toda vida, gestionarlas y tomarlas como oportunidades de aprendizaje.

Previo al encuentro, reflexionamos el artículo: Luces y Sombras de la Vida Religiosa en los días de hoy”, de Carlos Palacios sj”; texto que nos hablaba de los presupuestos o convicciones del intento de interpretar el momento actual de la vida religiosa, la evolución de la misma desde el Vaticano II; La crisis y desarticulación de la misión, del cómo recuperar la experiencia de la vocación , de ser “llamado” y recuperar la calidad evangélica de la Vida consagrada, entre otros puntos tratados.

A partir del presente de la Vida Religiosa, fuimos mirando y profundizando juntas cómo liderar en estos tiempos; liderar implica asumir el desafío de avanzar con la esperanza que algo nuevo está surgiendo y buscamos atisbarlo, mirarlo de lejos, intuirlo y para ello necesitamos cada una de nosotras animar un cambio de conciencia.

Una de las cosas a tener en cuenta es asumir los desafíos de nuestro aquí y ahora de la Vida religiosa. Por ello deseamos mirar comprender y acoger en el corazón los desafíos de nuestros tiempos:

  • Re significar la identidad de la Vida Religiosa: custodiar la calidad de la experiencia personal de los consagrados. Cuidar la vocación de cada uno.
  • Re articular la misión: ser signos inteligibles del evangelio. Instaurar una nueva visibilidad social
  • Dialogar con el sujeto postmoderno: hacer un anuncio transcultural del evangelio. Ser interlocutores en un dialogo espiritual

En estos tiempos es necesario aprender a comprender nuestras crisis y las crisis de nuestras hermanas y en este sentido es necesario tomar actitudes funcionales para gestionarlas, entre las que podemos citar:

  • Darse tiempo, ejercitar la paciencia
  • Respetar ritmos y ciclos vocacionales.
  • Conocerse, escucharse
  • Fortalecer la fe en los propios sueños.
  • Vivir serenamente

Tenemos en nuestras manos una tarea ni fácil, ni sencilla, pero confiamos plenamente en la misericordia de Dios que nos llama y nos da su fuerza para la misión de cada día.

Humildemente, Señor te decimos:

“Señor aquí Tienes, mi lámpara encendida.

Enséñame a llevar tú Luz, por toda la vida,

para que cuando vengas a mi Puerta llamar,

yo pueda, tu rostro contemplar…”

Hnas: Helen Delgado y Marisol Barrios.

Encuentro de Prioras.  SALGAMOS PRESUROSAS AL ENCUENTRO DE LA VIDA.