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ENCUENTRO DE CONSEJOS. FINAL DEL ENCUENTREO

9 mayo, 2017

2-3 de mayo 2017

“Y… ¿quién ha dicho esto termina? Aún quedo yo, aún quedamos nosotras. Aunque la barca parezca llenarse de agua, aunque Jesús parezca dormido, El está ahí, subido con nosotras y, tengamos confianza, tenemos Anunciata para mucho tiempo porque ES OBRA DE DIOS”. Inyección de fuerza, confianza y esperanza con la que hemos iniciado la jornada este dos de mayo, en la Eucaristía.

Día vivido intensamente, reflexionando y compartiendo en torno a misión de la Congregación que nos toca animar desde las diferentes Delegaciones y cargos. Un verdadero gozo y una riqueza inmensa el poder encontrarse todas las delegadas de las diferentes Provincias y del Vicariato para compartir retos, debilidades y fuerzas, inquietudes y deseos. Vivido como una fuerza que anima el camino por el que queremos seguir, fortaleciendo mutuamente nuestra misión como Iglesia, Congregación y Provincia. Constatar como en cada rincón donde hay Dominicas de la Anunciata se va respondiendo, con criterios evangélicos, al reto prioritario de la Evangelización.

La invitación matinal a seguir el ejemplo de nuestro querido Fundador San Francisco Coll que siguió y siguió en la brecha cuando otros muchos habían abandonado, culminó al atardecer “metiendo las manos en la masa”, con la certeza de que el Espíritu del Señor impulsa nuestra misión y que, como la levadura, la fuerza de Dios escondida en nuestra pequeñez, puede dar mucho fruto, cuando nos ponemos, sin miedo, en las manos de Dios.

Al final del día, unos bailes típicos, con unas bailarinas improvisadas pero “con estilo propio”, animaron la recreación en la que ya se vislumbraban aires de despedida, con esa mezcla agridulce de tristeza por dejar a unas hermanas muy conocidas o recién conocidas, pero hermanas, y con el gozo de ir al encuentro de nuestras comunidades y poder comunicarles tanta riqueza recibida y compartida.

Llegó el día 3, final del Encuentro. También desde la primera hora, el sacerdote celebrante de la Eucaristía nos animó a seguir siendo luz en el mundo, anunciando a Jesús resucitado, convencidas de que todavía hay mucho por hacer en la construcción del Reino y una parcela muy importante nos toca a nosotras, Dominicas de la Anunciata.

Las Hermanas del Consejo general, nos presentaron la Fundación “Anunciata Solidaria”. Ha sido un largo y laborioso proceso, por parte de diferentes personas, lo que ha culminado finalmente en esta realidad. Ya tenemos, en la Anunciata, una Fundación con el Objetivo de vivir la Solidaridad, la Justicia y la Dignidad impregnadas de Evangelio y de acuerdo con el espíritu del carisma de las Hermanas Dominicas de la Anunciata.

 “Y al final, las Hermanas del Encuentro de Consejos vieron que todo era bueno” Vic, 3 mayo 2017. Casi podríamos remedar la cita bíblica de la creación. La evaluación fue como un salmo de acción de gracias. Mucha emoción en este final de este Encuentro en el que todas las Hermanas de la Congregación estaban y representadas, en familia, en la casa del Padre.

¡Sorpresa!. Faltaba lo mejor, un verdadero broche de oro: La oración final. En torno al altar de nuestro querido P. Coll concluimos el Encuentro. Como hijas confiadas, pusimos en sus manos a todas las Hermanas de la Congregación, a nuestra misión, a tantas personas que colaboran con nosotros. Le pedimos que nos ayude a vivir en fidelidad, que ilumine nuestro caminar y nos dé sabiduría para responder con audacias a los desafíos de la realidad del mundo actual.

A nuestras Hermanas mártires también les dejamos tarea. Su vida nos habla de fidelidad suprema. Que nos ayuden a crear comunión entre nosotras y pongan gozo en nuestro quehacer cotidiano.

La Virgen del Rosario, protectora indiscutible de la Congregación. En sus manos depositamos esta inmensa parcela del Reino, que es la Anunciata.

La emoción, contenida hasta entonces, llegó a su culmen cuando una bendición mutua y fraterna se impartió de parte de todas las Hermanas. Hijas en torno al Padre, Hermanas en misión “URGIDAS A PREDICAR EL EVANGELIO DE LA GRACIA”.  H. Mercedes Sánchez.