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Los días del 31 de mayo al dos de junio nos encontramos las Hermanas de las últimas promociones para compartir, reflexionar, orar juntas y animarnos mutuamente a vivir la vocación en profundidad. Bajo los lemas: ENTRELAZADAS POR DIOS”, “SEDUCIDAS POR DIOS” Y “URGIDAS POR DIOS” nos dejamos invadir por el Espíritu de Jesús resucitado y por el espíritu del Padre Coll.

El primer momento fue un pequeño encuentro – oración con la familia Dominicana, pero solo las mujeres, las hermanas de las distintas congregaciones de dominicas presentes en Madrid, para celebrar el día de la “MUJER PREDICADORA”. Oramos, compartimos y celebramos juntas. La Hna. Silvia Bara nos ayudó a profundizar en mujeres predicadoras en la Biblia y a lo largo de nuestra historia.  Cada una de nosotras recordamos las hermanas que por su testimonio y predicación nos habían marcado en nuestro caminar. Terminamos leyendo una oración, que resumimos con estas palabras:

“Que como Dominicas Predicadoras cada día te busquemos en el jardín de la Pascua para que tú nos sorprendas enamoradas, buscándote. … Que nuestra voz de mujer, como la de Catalina de Siena, ensanche el horizonte predicador de la Iglesia, para que unida a otras muchas voces te alabemos por los siglos de los siglos.”  

Finalmente compartimos juntas una merienda-cena, conociéndonos e intercambiando nuestras experiencias.

Seguidamente, nos encaminamos hacia nuestra casa General, donde nos acogieron e iniciamos nuestro encuentro. La Hna. Inés lo tenía todo muy bien preparado, hasta los últimos y más delicados detalles. Después de presentarnos el programa de estos días, nos sumergió en el encuentro a través de la canción-Vídeo: “LA BELLEZA DE LA TRAMA”. Donde cada una, desde la diversidad, puede unirse y trenzar un entramado nuevo para tejer redes de paz, justicia y amor.

El sábado la Hna. Consuelo Junquera (psicóloga y religiosa del Santo Ángel) nos invitó a entrar en nosotras mismas. Nos propuso tres metas para la unificación y transformación de nuestra persona:

–          ESTRUCTURAR LA PERSONA: integrar todas sus experiencias y dimensiones. Reconstruir.

–          UNIFICAR EL CORAZÓN: Vivir desde el Centro interior que dé solidez a la persona, la unifique y dé sentido a su vida.

–          FUNDAMENTAR Y PERSONALIZAR LA FE, la propia vocación desde la unificación de todas las dimensiones personales. Desarrollar y encarnar la vida teologal.

Debemos tener conciencia de lo que pasa fuera y dentro de nuestro cuerpo, mente y corazón. Y saber poner nombre a aquello que nos pasa, quitar nuestras máscaras y dejarnos imbuir por el Espíritu de Dios que nos lleva a poner nuestros dones al servicio del otro, de la humanidad para construir el Reino de Dios. En definitiva, entrar en un proceso de conocimiento y de configuración con Cristo. “Solo el amor es capaz de convertir el barro en milagro”.

Terminamos la jornada con la oración que nos llevó al comienzo de nuestra vocación, a nuestro primer amor. Fue un momento muy emotivo donde  delante de Cristo Sacramentado recordamos: “Me has seducido, Señor y me dejé seducir; me has agarrado y me has podido. … Pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos, y aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía”. (Jr 20, 7-9).

Renovamos nuestro primer SÍ y nuestro compromiso a seguir fieles al carisma que el Padre Coll nos ha legado, y seguir al Dios de la vida. Releyendo la acción de Dios a lo largo de nuestra historia, compartimos y dimos gracias al Señor, presentando nuestra pequeña luz, como símbolo de que en nuestras vidas sigue alumbrando la llama que Él encendió en nuestros corazones. Tuvimos presente a aquellas personas que nos han acompañado en este proceso, así como también recordamos a aquellas que iniciaron el camino con nosotras y optaron por otro estilo de vida. Dando gracias al Señor por las hermanas que nos han precedido y nos han transmitido su antorcha.

El domingo, bajo el lema “URGIDAS POR DIOS” reflexionamos sobre el texto de la multiplicación de los panes y a través de un fragmento del vídeo “Una voz que clama” nos dejamos interpelar por el testimonio del Padre Coll, por su celo apostólico y su mirada contemplativa de la realidad que vivía y que le llevaba a implicarse para transformarla. Así como también de la creatividad que tuvo para dar respuesta en el momento que vivía. Desde ahí nos preguntamos ante la presencia del Señor:

–          ¿Qué estas esperando de mí? ¿A qué me urge hoy? ¿Qué implica concretamente para mí: “Dales  tú de comer”? ¿Cómo estoy poniendo a disposición lo que soy y tengo? ¿A qué nos urges como Congregación?

Y seguidamente compartimos, a través de pequeños grupos, nuestra reflexión y tuvimos la oportunidad de tener un diálogo fraterno con la Hna. Natividad Martínez, Priora General.

Terminamos el encuentro recibiendo un gran regalo, la visita de nuestra maestra de novicias, la hna. Mª Jesús López (Epifania). Quien participó con nosotras y con la comunidad en la Eucaristía, donde compartimos el pan de la Palabra y de la fraternidad.

Ha sido un encuentro muy bien aprovechado, donde nos hemos enriquecido unas a otras, y donde hemos cargado nuestras pilas para seguir adelante en este camino, a pesar de nuestras debilidades y fragilidades.

Gracias por esta posibilidad que nos han brindado, por la acogida de nuestras  hermanas de la comunidad de la Granja, y por la dedicación, delicadeza y cercanía de nuestra hermana Inés.

Muchas gracias.

Hnas. Mari, Luci y Rosa

Para ver las fotos del encuentro pinchar aquí