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Los días 6, 7 y 8 de mayo tuvimos el encuentro de las hermanas de las últimas promociones que estamos ahora en España y Francia. Participamos las hermanas: Reme, Belén, Gema, Nati, Amaya, Loli A., Rosa Alfaro, Mª José, Gloria, Adele, Mari y Rosa Alsina.

El lema de este encuentro: ¡Ve y Predica! Hizo que las reflexiones, diálogos, oraciones girarán en torno al lema del jubileo: VE y PREDICA.

Nos acompañó en la reflexión el Provincial de la nueva Provincia de Hispania, Fr.  Jesús Díaz Sariego, quien centró su reflexión sobre:

1. Necesitamos Identificar como anunciadoras, quienes son hoy los “oyentes” del mensaje  cristiano,  teniendo en cuenta los cambios que se están produciendo, tanto en la condición existencial de los oyentes, como en los cambios sociales, económicos e incluso literarios que hoy se viven. 

2. Cómo deberíamos enfocar hoy la predicación dominicana: en este apartado fue desarrollando las características que debería tener el predicador, la predicadora desde la fidelidad carismática a la que estamos llamadas. 

3. Finalmente abordó los ámbitos y desafíos de la predicación en nuestros días desde nuestros diferentes  contextos.

Toda una rica y profunda reflexión en la que fuimos ahondando y compartiendo en pequeños grupos con las hermanas para ver cómo podíamos seguir impulsando este reto desde nuestras realidades diversas en las que estamos.

Nos invitó a nacer de nuevo a la Palabra… una y otra vez, para descubrir la novedad a la que se nos llama hoy, aquí. Esto nos exige una confianza y apertura grande en Dios. Implica ser capaces de ver signos de gracia y renovación. Ver la realidad desde las posibilidades. Si miramos la realidad desde nuestros límites somos un impedimento. Estamos llamadas a predicar desde donde estamos y como estamos, reconociendo la pluralidad de realidades, situaciones, personas, culturas, religiones… Esta pluralidad es una oportunidad.

Nos habló también de la persona del predicador. De la importancia de la interioridad del predicador para la eficacia de la predicación. Entre otras muchas cosas, el predicador tiene que conocerse muy bien, para no predicarse a sí mismo. Tiene que ser autentico, transparente y saber mirar. Debería ser un artista de la predicación. Tiene que ser también: respetuoso con el oyente, saber escuchar. Debe tener un cuidado especial de quien no tiene ni nombre, de quien no se le reconoce la dignidad. Saber acoger y ser hospitalario…  No es un cuidado cualquiera, sino un cuidado que recupera la dignidad de la persona.  Debe tener paciencia, saber estar ahí.

El predicador deber saber lo que tiene que predicar, debe introducir la predicación desde la experiencia humana, desde la realidad.

También hizo una reflexión sobre los ámbitos y desafíos de la predicación. El ámbito: de la “religiosidad popular”; de las religiones y de los nuevos movimientos religiosos; del mundo secular y de las culturas; de la justicia, la paz y los derechos humanos; de los modernos medios de comunicación social y de las nuevas tecnologías de la comunicación.

En grupos pudimos dialogar sobre todas las cuestiones, inquietudes e interrogantes que nos suscitaba su reflexión.

También celebramos las próximas bodas de plata de las hermanas Reme y Belén. Reímos mirando al pasado… Compartimos una velada inolvidable.

El Domingo de la Ascensión, tuvimos la celebración de la eucaristía juntamente con las hermanas de la comunidad. Con ellas compartimos los signos de la predicación: la Palabra y el báculo, y, el Pan y el Vino. Agradecemos a la comunidad de la Granja, que siempre nos reciben con cariño, su disponibilidad y acogida.

El encuentro como siempre resultó muy enriquecedor. Reencontrarnos siempre es agradable y positivo.

Agradecemos a la Hna Inés su tiempo y dedicación en la preparación y  mil detalles que tiene con nosotras, gracias por acompañarnos en estos días. Agradecemos su empeño en hacer un encuentro agradable e intenso, que a veces no da lugar a poder tener un “respiro” de otro tipo. Aún y así no dejan de ser unos momentos entrañables.

Nos llevamos de bueno la fraternidad e ilusión por seguir anunciando la Palabra por las poblaciones grandes y pequeñas donde estamos.

Gracias