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COMENTARIO AL EVANGELIO SÁBADO SANTO 2021

3 abril, 2021

Génesis 1, 1—2, 2
103, 1-2a. 5-6. 10 y 12. 13-14. 24 y 35c
Romanos 6, 3-11
Marcos 16, 1-7

El Anuncio de la Resurrección de Jesús…

Pasado el sábado…

Este pasaje evangélico que hoy proclamamos junto a otros textos bíblicos,  en el marco de la vigilia pascual, regresa a nuestra memoria con una carga afectiva muy profunda, fruto de haberlo rumiado en momentos de grandes re – encuentros personales, de intimidad con el Resucitado…

María Magdalena, María – la madre de Santiago – y Salomé, munidas de esencias perfumadas y siguiendo sus tradiciones, deciden ir a ungir, cuidar, custodiar a su Maestro que yace, sin vida, en el sepulcro. No es fácil, sin dudas, embarcarse en esa tarea con el dolor que deja la muerte del ser querido a cuestas… pero estas mujeres – seguidoras se ponen en marcha sin miramientos; ellas saben muy bien de amarguras, de lucha, de búsquedas y por eso no se amedrentan y emprenden camino. Contra todo y frente a todos, se disponen a “tocar” el cuerpo de Jesús, con la esperanza de mitigar aunque sea mínimamente, el sufrimiento de su corazón lastimado por el vacío que les deja su ausencia.

“¿Quién nos correrá la piedra…?”

Es lo primero que brota de la mente de María al ver próximo el final de este viaje: “¿Quién quitará esa piedra que nos separa del Señor?”. No termina aún de concatenar sus pensamientos en orden a cómo conquistar voluntades de ayuda, cuando siente la emoción y a la vez, duda: NO HAY PIEDRA…

Intuye que no habrá jamás piedra alguna que pudiera separarla de su “Raboní”, de su Salvador, quien en una tarde desolada le devolvía la Dignidad y la Vida para siempre, por el Perdón.

Y el Señor las sorprende…

Ya dentro del sepulcro se acrecienta el desconcierto, el corazón palpita fuerte…ellas buscan en vano un cuerpo muerto. Y como una caricia que atraviesa el alma se oye una reparadora voz: “No está aquí, ha resucitado”. Y es entonces, cuando la VIDA las abraza y las envuelve en el Mar Esperanzado del Amor Triunfante, de una Promesa Cumplida, de un Dios que vence a la Muerte y pretende que Vivamos Su Vida para Siempre, como Hermanos y Hermanas.

Y todo comenzó en Galilea…

Necesariamente, esa alegría que desborda no iba a desvanecerse tras las paredes del Sepulcro sino que daba paso a la figura del TESTIGO. Por eso se hace necesario el ANUNCIO…un anuncio que las mueva – que nos mueva – a seguir en camino porque el Mensaje de Salvación debe ser oído por todos…habría entonces que cruzar fronteras, había que “volver a Galilea”, a la vida de todos los días, donde habitamos todos: los que lo conocen, los que lo niegan, los necesitados, los indiferentes, los tibios, los valerosos y comprometidos, los enfermos, los vulnerables y dolientes.

Decía el Papa Francisco: “…Volver a Galilea es acordarnos de que hemos sido amados y llamados por Dios. Cada uno de nosotros tiene su propia Galilea. Necesitamos retomar el camino, recordando que nacemos y renacemos de una llamada de amor gratuita, allí, en mi Galilea…”[1].

Volvamos a Galilea, el Señor nos espera allí…

Fabiana Díaz de Dinard

Área Pastoral del Equipo de Gestión de Argentina y Paraguay

Provincia Santa Rosa de Lima

[1] VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA – HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO – Basílica Vaticana – Sábado Santo, 11 de abril de 2020 – multimedia -.