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Mateo 2, 1-12

“¿Dónde está el rey de los judíos?”

Ese rey de los judíos que se manifestará como rey de todo y de todos, es el que estamos siempre buscando como los magos, buscando incluso sin saber que lo buscamos.

La vida siempre está ahí, aunque pocas veces la reconocemos.

Los magos son la búsqueda espiritual de todos los pueblos. Nosotros, siguiendo la luz de lo alto, la estrella, que bien puede ser nuestra llama interior, buscamos y anhelamos un rey, un rey que se manifiesta como un pequeño niño escondido en lo mas profundo de nuestro espíritu, un niño al que hay que adorar, cuidar y dejarlo crecer, dejarnos crecer en ÉL.

Son nuestras ofrendas, el oro de la vocación y carisma de cada uno, el incienso del aroma de las virtudes y la mirra de todo lo que nos hace morir al hombre viejo.

Una nueva humanidad trae ese Niño al que estamos convocados a seguir; haciendo caso omiso a los reyes de este mundo. La meta de nuestra vida es llegar a ser lo que nuestro Creador soñó para nosotros.

Sigamos a la luz que nos marca el rumbo.

Hna. Mª Teresa García Martínez.

Provincia Rosa Santaeugenia