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COMENTARIO AL EVANGELIO DEL IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINACIO CICLO C

25 enero, 2022

Evangelio según San Lucas 4, 21-30

Al meditar sobre el Evangelio de este domingo, me centraré en tres puntos que destacan en este Evangelio.

  • La libertad de Jesús frente a sus contemporáneos, que se abre a la libertad de los hijos de Dios.
  • Toda la gente se asombró de las palabras que salieron de la boca de Jesús.
  • La hospitalidad y su importancia en nuestras vidas.

De hecho, Jesús se levanta y habla abiertamente de su misión entre su pueblo por primera vez. Esto despierta diferentes reacciones en los que le rodean (asombro, escepticismo, hostilidad…) debido a la falta de confianza en Él. Puedo decir que todos los profetas anteriores a Él tuvieron un destino similar a éste, porque su experiencia (la coherencia entre sus palabras y su vida) fue siempre una perturbación para los que les rodeaban. Jesús es el que vino a anunciar la liberación a todos a través de un camino de amor y libertad. Por su humildad, su sentido misionero, abre la posibilidad de aceptación de su palabra a otros que no son de su pueblo y que están abiertos a recibirla.

Queridos hermanos y hermanas que van a leer esta página de comentarios, quisiera deciros que la acogida abre un camino a la felicidad, porque no sólo hemos sido creados para estar en relación con los demás, sino también para llevar la alegría a todos los que están con nosotros o a los que encontramos en nuestro camino. Sí, como Jesús, si en nuestra misión resulta que no se nos escucha, sino que se nos critica, tenemos que entender que no es un motivo de desánimo, sino una invitación indirecta a buscar otros caminos o métodos para continuar nuestra misión. Sobre todo, en un mundo superado por el individualismo y el retraimiento que es el que vivimos hoy. Pero todo esto, con  libertad de corazón y en nuestro testimonio de vida, poniéndonos sobre todo al servicio de los pobres, de los pequeños, de los que están encadenados de diversas maneras en nuestras sociedades de hoy.

Que nuestro Señor Jesucristo, Mensajero de la Buena Noticia, nos dé siempre su Espíritu para iluminarnos en este camino de anunciar su Buena Noticia. Buen domingo para todos.

Hna. Emertha de Kagugu