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El día 20 de julio comienza la jornada con el rezo de Laudes y la celebración de la Eucaristía,  invocando de manera especial al Espíritu Santo para que guíe e inspire las reflexiones y el trabajo de cada una de las hermanas capitulares que, como recoge la monición de entrada “HEMOS SIDO CONVOCADAS A EVANGELIZARNOS Y A EVANGELIZAR HOY EN COMUNIÓN DENTRO DE LA DIVERSIDAD”.

La presencia de hermanas de los cuatro continentes, en los que la Anunciata realiza la misión, corroboraba la COMUNIÓN en la DIVERSIDAD.

Comienza el Capítulo con el rito de proclamar el nombre de cada una de las hermanas que asisten al Capítulo, por derecho o por elección, para que ocupen, en la sala, el lugar correspondiente, según lo determinan Nuestras Leyes. Situadas éstas, se hace la entronización solemne de la Palabra y de la luz que acompañarán las sesiones capitulares hasta su finalización.

Se inicia la plegaria con la lectura de un texto breve, seguido del canto de invocación al Espíritu Santo y la proclamación de la Palabra de Dios; a través de ella Jesús nos revela su amor, que procede del Padre, nos pide que permanezcamos en él y que nos amemos los unos a los otros como Él nos ama. Sólo si permanecemos en su Amor, daremos frutos que sean ALIMENTO para nosotras mismas y para nuestros hermanos.

A continuación se hace el gesto simbólico en que cada hermana capitular coloca una hoja en una estructura que simboliza la Anunciata, en la que todas estamos llamadas a evangelizarnos y evangelizar.

Finaliza la oración inicial con una plegaria a Santa María de la Anunciación, recitada por todas las presentes.

Después la H. Mª Natividad Martínez de Castro, en función de Vicaria, se dirige a la Asamblea y hace referencia, en primer lugar, a las competencias que se asignan al Capítulo general en el n.330, I de Nuestras Leyes  También invita al discernimiento y a actuaciones desde criterios evangélicos y factibles

Confía el Capítulo a “María, Domingo, Francisco Coll y a las Beatas Mártires, que ellos nos ayuden a encontrar los mejores medios para ser portadoras del Evangelio viviente, Jesús de Nazaret, para ser constructoras de fraternidad universal, mujeres del Dios compasivo para nuestros contemporáneos”.

Termina su mensaje declarando abierto el XXVI Capitulo general, XXIV Capítulo general electivo.

Si quieres dirigirte al Capítulo: capitulo2018@dominicasanunciata.org