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AFRICA… el continente de los grandes contrastes… (II Parte)

10 junio, 2019

COSTA DE MARFIL

El viernes 24 de mayo a las 8.40 tomamos el vuelo de Yaundé a Abidjan, un viaje corto 2hs ½
En el Aeropuerto nos esperaban François y Crisanta.
De camino a casa el paisaje nos resultó totalmente distinto a Camerún… los edificios, la carretera expresaban a primera vista otra realidad.
La sede del VICARIATO fue nuestro primer destino… una comunidad de 5 hermanas (a las que se suman François, Crisanta y Beatrice)… ¡todas jóvenes!
Comimos y por la tarde descansamos. Incorporamos a nuestro lenguaje y paladar otra palabra nueva: “Foutu” (una masa hecha con harina de mandioca y plátano).
El sábado por la mañana conocimos la Catedral de Abidjan y el Santuario Nacional de María… edificios amplios, luminosos acogedores que invitan a la oración y al silencio.
Por la tarde intercambiamos “miradas” con las hermanas del consejo.
El Domingo temprano (6.10 hs) rezamos laudes y participamos de la Eucaristía en la Parroquia Santa Cecilia. Todo era alegría y fiesta y como “plus”, la celebración del día de la madre con un coro de más de 30 personas, dio a la celebración un “tinte especial”…una gozada escucharlos cantar…
Los días que compartimos en Bonua – Casa Noviciado fueron expresión de VIDA JOVEN e ilusionada. Una comunidad con una rica variedad en la misión… la Dirección pedagógica y administrativa de un parvulario perteneciente a la Parroquia, nuestra presencia en el Dispensario y la catequesis sacramental en dos Parroquias con la participación del grupo de novicias.
La Capilla hermosa! llena de detalles y signos dominicanos y de la Anunciata que hacían del lugar un “espacio” que invitaba a la oración…. La imagen de santo Domingo, el Padre Coll y la Anunciación trabajadas en madera… las columnas con las figuras de los cuatro evangelistas, el escudo dominicano, dibujos del pan y el vino… el escudo de la Anunciata en el frente del altar… no se puede expresar en palabras… ¡hay que verlo! y maravillarse de la manera que trabajan y dan forma a la madera.
El jueves 30 temprano regresamos a Abdijan para salir rumbo a Bouaflé … una nueva realidad nos esperaba.
Después de casi 5 horas de viaje llegamos a destino… pasando de la “comodidad” de la autopista… al ripio y al polvo de ladrillo de la ruta sin terminar… tierra colorada…asfalto y mucho verde fue nuestro paisaje durante casi 260 kilómetros.
Una vez en casa la alegría del encuentro con las hermanas, una rica comida, ducha y a descansar un rato.
La Misión Católica, tiene tres campos hermosos de trabajo: El Dispensario, la Maternidad (estrenada hace un mes) y la escuela.
Tres hermanas integran la comunidad… Nathalie y Christine trabajan en el Dispensario y la Maternidad y Benedicte es maestra de grado en la Escuela San Agustín, perteneciente a la Diócesis de Dola.
Los días compartidos con ellas pasaron rápido y cuando quisimos acordarnos estábamos regresando a Bonua a compartir nuestros últimos días con las hermanas del Colegio Santa Rita.
Antes de llegar a destino celebramos la eucaristía en la Basílica de Notre Dame de la Paix (Nuestra Señora de la Paz) de Yamusokro, construida a imagen de la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Es obra del arquitecto libanés Pierre Fakhoury y se la conoce como San Pedro de África. El Papa Juan Pablo II consagró la basílica el 10 de septiembre de 1990. Como condición, colocó la piedra angular del hospital Saint-Joseph de Moscati, cuya construcción se inició el 24 de agosto de 2009, fue inaugurado en enero de 2014.
Una obra de arquitectura que llama la atención y no deja de ser un interrogante…
Después de casi 10 horas de viaje llegamos a destino… en medo de una típica tormenta tropical, nos esperaban Ana María, Constance, Audrey y las “dos” Marlys.
Santa Rita… “es un mundo”… Tres misiones en un mismo predio: La Escuela Católica (Primaria), el Colegio Secundario (Laico privado) y el internado con niñas que van de 5 a 17 años. ¡Todo un desafío!
El 6 regresamos a Abidjan para arreglar maletas y partir por la mañana a Benin…último tramo de la visita del Vicariato.
A las comunidades de COSTA DE MARFIL: GRACIAS por la acogida, el cariño y hacernos sentirnos “como en casa”… por haber experimentado en estos días la FRATERNIDAD y el sentirnos FAMILIA.

Hnas. Gloria y Andrea