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5 DOMINGO DE PASCUA 19 DE MAYO

14 mayo, 2019

5 Domingo de Pascua: «AMAOS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO»

Los textos de este domingo son admirables pero también nos cuestionan.

 Lecturas del día

La primera lectura nos relata como Pablo y Bernabé recorren distintos lugares para animar a los que creían en Jesús, les exhortaban a perseverar en la fe, que no importan las dificultades porque son parte de la vida de todo discípulo.

La segunda lectura del Apocalipsis, Juan utiliza ilustraciones impactantes y hermosas. Describe una nueva y gloriosa visión difícil de encerrar en palabras humanas, aunque logra dar unas pinceladas para mostrarlo. Es la culminación de la historia de la humanidad, y la culminación de la esperanza de miles de cristianos que a lo largo de sus vidas lucharon por Cristo, se esforzaron en mantener la fe a pesar de las dificultades; finalmente vencieron y acabaron su carrera, recibiendo la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.

El evangelista Juan nos presenta hoy un evangelio precioso. Recoge parte de la conversación de Jesús con sus discípulos en la última cena. El mejor legado espiritual y de vida que se puede dejar: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado». Un mandamiento que todos vemos muy bien, muy fácil, pero que en la práctica cotidiana de nuestras vidas deja mucho que desear. Amamos a nuestro estilo. Un estilo que nada tiene que ver con la forma de amar de Jesús.

Amar al estilo de Jesús, es  sentirse amados por Él y esta es la única forma de testimoniar que hemos sentido su amor en nuestra vida. Esto debemos tenerlo muy presente porque muchas personas se alejan de nuestras parroquias, de la iglesia en general, porque no notan el amor, la fraternidad, la ternura, la cercanía, la acogida que deberíamos tener con todos nuestros hermanos, sean o no participes de nuestra fe.

Jesús nos quiere como hermanos, nosotros decimos querernos así, pero muchas veces lo que buscamos es llamar la atención, ser los primeros, arrinconar al otro, buscamos protagonismo. Eso no es amar al hermano y mucho menos amar al estilo de Jesús.

Las comunidades las formamos muchas personas y alguna vez chocamos, pero si vivimos de verdad la máxima de amarnos unos a otros como Él nos amó, caeremos en la cuenta de que hay que pedir perdón y practicar con más ahínco si cabe, el amarnos como hermanos.

Cuando amamos a nuestros hermanos, los cuidamos, lo protegemos,  nos ponemos en su lugar y esto hace que el amor sea verdadero encuentro en la fraternidad. Si esto lo hacemos en nuestras  comunidades, parroquias, éstas serán más abiertas y acogedoras, y seremos verdadero testimonio de amor.

Hoy recordamos el nacimiento de un gran predicador “SAN FRANCISCO COLL” Fundador de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, que en su tiempo se dejó llevar por el Espíritu Santo e interpretó la voz de Dios en su vida. Se hizo predicador infatigable. Fue hombre de Dios, llevaba la paz y la reconciliación a muchos, era un apóstol itinerante, iba de un pueblo a otro sembrando generosamente la Palabra de Dios, en una vida de entrega total al Evangelio. Hombre de oración, contemplación, radica su vida en la fe, esperanza y caridad. Fiel a su ideal, sueña con el destino deseando y siempre tenía en su boca las palabras: “al cielo, al cielo, al cielo” su vida fue luz “un fuego produce otro fuego, una luz otra luz” su vida nos invita a seguir comprometiéndonos al servicios de los demás, dando vida en los espacios de misiones y estar atentos a la voz de Dios.

Francisco Coll hizo vida el evangelio que nos presenta la liturgia de este domingo

Con su actitud magnánima y generosa, nos muestra cómo amó a su familia, en especial a su madre, a quienes les sirve como catequista, pues les alegraba y animaba contándoles el evangelio cuando catequizaba. Pues toda su vida fue amor para los demás. Escuchaba y corregía con actitud de amor. Durante su formación, misión y fundación siempre mostro cariño y aprecio a todo nivel humana y cristiana. Siempre utilizo las palabras “amadas” Hermanas y hermanos. Es un ejemplo que hay que imitar y que es posible vivir según el evangelio de Jesús. Que San Francisco Coll intercede por nosotros ante Dios y que nos ilumine en todo momento, que su luz no se apague y que su Obra sigue dando vida en el mundo.

¡Feliz semana, déjense querer por Jesús y compartan el amor!

Rosario Ba Caal

Provincia “San Martín de Porres”