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30 de diciembre · NAZARET

26 diciembre, 2018

VAMOS a enmarcar nuestra reflexión en la gran escuela de NAZARET. Qué maravilla contemplar a esta Santa familia, donde cada una de nosotras podemos aprender. Contemplemos este maravilloso cuadro de vida y enseñanza. Hogar pobre, donde abriga el amor, abierto a la vida que nace y crece. ¡Esto es Nazaret!

¿Familia de Nazaret, a qué nos evoca?, ¿A qué nos llama? ¿Nostalgia, dulce hogar, hogar, donde nacimos y hogar, donde hoy hemos de vivir nuestra marcha de camino hacia el gran hogar ETERNO?  ¿Qué vemos en la familia Nazaret? Oh maravilla perfecta de un Jesús dócil, pero libre para ir en búsqueda del otro. Sus padres no le entendían, pero su Único objetivo es hacer la voluntad del Padre.

Contemplemos, con ojos sencillos de niño, qué nos dice cada uno de ellos:

San José: Dios le llama para un lugar preferente en la vida de Jesús y le colma de gracias, le da todos los carismas y todo lo necesario para desempeñar su lugar en esta gran misión.

También a nosotras, el Señor nos ha dado unas gracias y carismas para  poder  responder a lo que nos han pedido en nuestra trayectoria de nuestra vida consagrada. ¿Qué hemos hecho? Dios ha encontrado cabida en nuestro corazón? ¿Hemos dado cauce a la gracia dejando hacer al Señor, sin condiciones, abandonadas?

La Virgen: Madre de Jesús, la llena de gracia. La que “guarda todas las cosas en su corazón” Madre fiel, al pie de la cruz.

¡Cómo acuna en su corazón, este silencio que abraza la PALABRA para saber y hacer la voluntad del Padre! “hágase en mi según tu Palabra” ¡Cómo se abandona, aun sin entender, CONFÍA!.

Jesús: abierto a Dios y al grito de los hombres. Acogiendo LA PALABRA del Padre. Siempre en marcha, amando hasta dar la vida.

Hagamos silencio en nuestro corazón, escuchando la Palabra y adentrémonos en ella, ¿De qué nos habla hoy esta familia de Nazaret?. Nos habla de…

  • Silencio que nos abre a Dios y al grito de nuestros hermanos, nos hace pobres, ágiles para estar siempre en marcha, disponibles.
  • Acogida saliendo de nosotras mismas para ir al que está alejado de nosotras y que espera nuestra cercanía y amor.
  • Libres siempre para amar y darlo todo. Jesús sale del ambiente acogedor de su hogar, para encontrarse con los otros, para hacer la voluntad de Padre.
  • Ser HOGAR para todos los que se acercan a nosotras.
  • En marcha, siempre caminando hacia el otro, hacia Dios, olvidándonos de nosotras mismas.

Vivamos inquietas por esta gran familia humana que no tienen pan, que van huyendo de sus países buscando la acogida, que buscan al “hermano”… seamos constructoras de un mundo mejor.

¿En nuestra oración a quién incluimos? ¿Y en nuestras preocupaciones? ¿Y en nuestro hacer diario?

SILENCIO, CONTEMPLEMOS, DEJEMOS QUE LA FAMILIA DE NAZARET NOS HABLE HOY AL CORAZÓN.

¡FELIZ DOMINGO!

Gna. Carme Bosch