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«Cuando ha predicado el Padre Coll en una población ya no nos queda nada que espigar a los demás». Así hablaba San Antonio María Claret del fraile dominico y santo gerundense fundador de las Dominicas de la Anunciata. La orden lleva cien años dejando su impronta docente en Oviedo y este año celebra con alegría un aniversario redondo que pretende involucrar al máximo a toda la comunidad educativa y acercarla más a la ciudad en la que se encuentra inmersa.

El colegio Dulce Nombre de Jesús nació en enero de 1923, el mismo año en el que comenzó la dictadura de Primo de Rivera en España, en un chalé alquilado a la familia Fierros en la plaza de San Miguel. Desde entonces, más de 10.000 alumnos han pasado por las aulas del centro, entre ellos algunos tan conocidos como el exministro de Educación Gustavo Suárez Pertierra, que mantiene una estrecha vinculación con su antiguo colegio.

Como las cosas marchaban bien, las hermanas, siempre fieles al espíritu emprendedor y valiente del fundador, se lanzaron a comprar un terreno colindante con la calle Pérez de la Sala para construir un colegio nuevo. El solar, situado frente al depósito de aguas sobre el que luego se construiría el actual Auditorio Príncipe Felipe, fue el primero diseñado en Oviedo para dedicarlo expresamente a la educación de niñas. Lo proyectó el arquitecto municipal Julio Galán, con todas las comodidades y requisitos que se exigían entonces para el desarrollo de la enseñanza.

«Nunca hemos perdido de vista el carisma propuesto por nuestro fundador, San Francisco Coll: iluminar las tinieblas de la ignorancia con especial atención a los más necesitados», señala María José Felgueroso Fernández, directora general de la institución.

La celebración del centenario contará con un amplio programa que se extenderá este curso y el siguiente. La inauguración oficial tendrá lugar el 30 de marzo, con una eucaristía celebrada por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la iglesia de los Padres Carmelitas, a la que asistirá toda la comunidad educativa. El 19 de mayo, día del Padre Coll, se presentará en el salón de actos un libro elaborado por el profesor Alejandro Calleja que recoge toda la historia del centro, desde sus inicios hasta la actualidad. Desde 1987, en los patios se escuchan las risas y juegos de niños y niñas, aunque hasta en eso fueron pioneras las religiosas de la Anunciata, que en 1953 admitieron varones para cursar párvulos, el equivalente hoy a la etapa de Infantil. En 1954 se inauguró la iglesia y se amplió el edificio hacia la calle Fermín Canella. En 1974 se levantó el edificio de González Besada para el Colegio Mayor «Santo Tomás de Aquino», y en 2007 se constituyó la Fundación Educativa Francisco Coll, que fue canonizado en 2009, otro año especial. La obra más reciente ha sido la construcción de un patio nuevo en 2019.

Las Dominicas superaron momentos muy duros, como la Revolución de 1934 y la Guerra Civil. «Reconstruimos el edificio tantas veces como fue necesario y se mantuvo la actividad educativa, hasta recuperar el pulso completo en 1939», recalca María José Felgueroso, a la que acompañan en la dirección Ana Dávila, directora pedagógica; Leticia Rancaño, jefa de estudios de ESO; Virginia Fernández, jefa de estudios de Infantil y primer ciclo de Primaria; Nerea Díaz, jefa de estudios de segundo y tercer ciclo de Primaria; Patricia Díaz, coordinadora de Pastoral, y Montserrat Fernández, coordinadora del departamento de Orientación.

El cierre del internado, en 1978, marcó otro punto de inflexión en la vida de las Dominicas. En el centro se formaron numerosas niñas de otros puntos de Asturias, que aún recuerdan con cariño los paseos que se daban por el Campo San Francisco con el sombrero y la capa que formaban parte del uniforme.

«Como directora pedagógica y exalumna, me siento muy contenta y orgullosa de poder celebrar estos cien años en los que nos hemos adecuado en todo momento a los cambios, y en los que siempre hemos mantenido la ilusión por formar y educar», señala Ana Dávila. Tras cien años en el corazón de Oviedo y al servicio la sociedad asturiana, el colegio prosigue su singladura.

Fuente: Periódico La Nueva España