«Cada hermana será consciente de que ella es la responsable de su propia formación, y puesto que Dios es el primer agente de esta formación, debe abrirse activamente a la gracia, cooperando en el proceso de respuesta a la llamada del Señor en la Anunciata»(NL 145).
Las hermanas de votos temporales asignadas a las distintas comunidades se encuentran en un importante momento de su formación inicial, que culmina con la profesión perpetua. Con el fin de ayudarles a profundizar en algunos elementos esenciales de su vida consagrada y del carisma, se les proporciona cada año un tema de estudio que han de desarrollar y podrán compartir entre pares en la medida de las posibilidades de cada provincia.