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¿Y SI EL UNIVERSO EXISTE DESDE SIEMPRE?

14 noviembre, 2022

La ciencia nos asegura que este universo tuvo un comienzo. Hace unos 13.800 millones de años se produjo una gran explosión de la que ha resultado todo lo existente. A la pregunta instintiva sobre la causa de esta explosión o sobre lo que hubo antes del hidrógeno, la teoría de la relatividad no responde, porque “todo comenzó entonces”; por tanto, “no hubo antes”. Ahora bien, para evitar que esta pregunta por el “antes” termine postulando la existencia de Dios, algunas teorías físicas sugieren que el universo existe desde siempre.

Esta es una vieja cuestión que no tiene que alarmar a la teología. Aristóteles parecía cuestionar la verdad de la creación del mundo por Dios con su concepción del movimiento continuo, y su afirmación de que la materia, aquello de lo que está hecho el mundo, es eterna e imperecedera, y existe desde siempre. Por su parte, la Biblia presenta la creación como el primer dato a tener presente sobre la realidad del mundo. La interpretación espontánea de esta página bíblica asocia la idea de creación con un comienzo cronológico: este mundo tiene un principio temporal, comienza “el primer día”. Pero de lo que tratan estos primeros capítulos del Génesis no es del comienzo temporal del mundo y, aunque así fuera, ese comienzo temporal sería el ropaje cultural que transmite lo que de ellos se deduce, a saber, la dependencia de Dios de todo lo real.

Tomás de Aquino tomó en serio la tesis filosófica de la posible eternidad del mundo. Su solución sigue siendo válida para situarnos hoy, desde la fe, ante las teorías que afirman que el universo existe desde siempre. Tomás de Aquino sostiene que la temporalidad del mundo es un dato de fe, que no puede ser demostrado con rigor. Por tanto, “que el mundo empezara a existir es creíble, pero no demostrable o cognoscible”. Por eso sostendrá que afirmar que el mundo existe desde siempre no es contradictorio con la afirmación de un Dios creador del mundo, pues sería posible concebir que Dios ha creado al mundo desde siempre, y así el mundo sería creado, dependiente de Dios y co-existiendo con Dios desde toda la eternidad.

No hay contradicción intrínseca en decir que un efecto creado puede existir desde la eternidad, porque puede existir simultáneamente con la causa. Por tanto, el universo podría haber existido desde siempre, si Dios así lo hubiese querido. La referencia del mundo y de toda criatura a Dios hay que situarla a niveles ontológicos más que temporales. Se puede depender totalmente de Dios, tener en él la causa del ser, y existir desde siempre. Ser creado es depender totalmente de Dios; lo propio de lo creado es la dependencia, no el tiempo, ni una fecha. Lo que santo Tomás pone de relieve, y lo que debemos mantener como dato de fe, es la dependencia absoluta del mundo con Dios.

Martín Gelabert Ballester, OP

Fuente: nihilobstat