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VIVIR EN VIC

26 febrero, 2015

Para llegar a Vic, nos fuimos a la estación donde tomamos el tren, primero para Barcelona y desde allí para Vic donde H Figuls nos estaba esperando con alegría. Llegamos justo a tiempo de comer. Buen momento para hablar con las hermanas que fueron llegando cada una en su momento, por  la responsabilidad que tienen encomendada en el colegio.  

Después de comer visitamos la capilla donde está la tumba del Padre Coll, los restos de las hermanas mártires y en la entrada los de. H. Rosa Santaeugenia.

La casa es muy grande, tiene una hermosa huerta. El colegio es muy bonito.

Durante mi estancia visité a las hermanas de la comunidad enfermería, donde pude comprobar el mucho cuidado que tienen con las hermanas mayores y enfermas. Ver a las hermanas que han trabajado para la congregación y ahora carecen de fuerza me dio un profundo sentido de agradecimiento por el sacrificio realizado en sus vidas en favor de la congregación

Con la H. Carmen Vilardel visité los museos, la Capilla del Rosario y el camino que hacía el padre Coll cuando estaba en Vic (Iglesia de San Just, el Call Nou, el convento de los dominicos, la casa Sacerdotal, la Catedral de Vic, Iglesia de los Dolors …)

Con las hermanas Nuria y Ángeles Pujol  fuimos a Grombrén para ver la casa donde nació el Padre Coll y la parroquia. Allí, en la capilla de la comunidad todavía pude ver piedras y madera del tiempo del padre Coll, así como el balcón desde donde predicaba. En la parroquia todavía está la pila bautismal donde fue bautizado el padre Coll y otras imágenes como la Virgen del Rosario.

A distancia vimos la capilla de Montgrón  y la ermita donde el padre Coll se retiró para orar. Fue realmente emocionante.

Mi viaje continuó por Navarcles donde tuve la alegría de encontrar a la hermanas  Mercè y Montserrat. Otra  gran experiencia fue el encuentro con las hermanas mayores. En Navarcles asistimos a la Eucaristía en un antiguo monasterio benedictino muy bonito.

Desde Navarcles fuimos a Manresa, allí vimos los restos de las hermanas  Mártires y los de François Enrich. También subimos a Montserrat donde pude entrar al camerino de la Virgen, ver las montañas y el monumento a Francisco Coll; asistimos a misa donde disfrutamos de liturgia solemne muy bien preparada

Finalmente visitamos  Puigseslloses y San Jordi, la parroquia donde el Padre Coll hizo su primera misa. Las personas que viven en la casa de Puigseslloses, donde Francisco Coll quedó cuando fue exclaustrado son ya de la quinta generación. En esta casa todo está bien conservado.

La experiencia  de mi paso por estos lugares realmente me ha tocado mucho, pues la historia es una cosa, pero vivirlo en la realidad es más profundo.

En la Casa Madre tuve la oportunidad de ir a la tumba del Padre Coll tantas cuantas veces quise.

Gracias por haberme permitido visitar todos estos lugares de los que guardo un recuerdo que permanece impreso en mi corazón. Gracias, gracias y gracias de nuevo.

Gracias también a todas las hermanas de Vic por su alegría, cercanía y atención. Que Dios todopoderoso las  bendiga.

Fraternalmente, H Nelly.