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UNA MISION ESPERANZADORA Y DESAFIANTE

13 diciembre, 2016

Es muy difícil plasmar por escrito la experiencia que supone la estancia de casi cuatro meses visitando las comunidades y obras del Vicariato “San François Coll” pero intentaremos compartir algunos aspectos de lo vivido.

Por iniciativa de la Priora General, H. Natividad Martínez, emprendimos el viaje sabiendo que nos confiaba la delicada misión de pasar por las comunidades de todos los países, para apoya y animar en los aspectos relacionados con nuestras respectivas delegaciones. Así lo expresaba en su carta dirigida a la Superiora del Vicariato y Consejo, HH Prioras y comunidades:

«Hasta hace poco tiempo en las comunidades de África se priorizaba la sanidad y los proyectos de evangelización y desarrollo social, especialmente de la mujer. Sin dejar estos aspectos, ha crecido la conciencia de la importancia que nuestro fundador San Francisco Coll dio a la escuela como medio preferente de evangelización y desarrollo de los pueblos, a cuyo fin fundó la Congregación.

Se hace, pues, necesaria una reflexión y orientación de la misión educativa y de la misión en general, para que desde los inicios se fundamenten en los principios educativos y evangelizadores de la Congregación, expresados en el Carácter propio, Proyecto Marco General de Evangelización, Plan de Formación en el Carisma, Plan de Selección, Contratación y acompañamiento de docentes, teniendo en cuenta también las Leyes educativas y la situación concreta de cada país y Centro. A esto dedicarán su tiempo las hermanas en la visita a las comunidades».

A nuestra llegada a África tuvimos la suerte de participar en el encuentro de hermanas del Vicariato en Kotobi, Costa de Marfil, en la que pudimos compartir con las hermanas los temas que después se profundizarían en todas y cada una de las comunidades.

Nuestro paso por las comunidades, con las compartimos vida y misión, fue muy gratificante, las hermanas estaban abiertas y receptivas a la propuesta formativa que se les ofrecía, los diálogos fueron sinceros, abiertos y profundos, confrontando su realidad con los temas que se compartían. Al mismo tiempo nos facilitaron los encuentros formativos con los maestros, personal de las diferentes obras: sanitarios, escuela rural, catequistas y otros grupos. Todos ellos  demostraron mucho interés, participación y manifestaron su interés por seguir formándose en los temas del carisma. Se les ha dejado material traducido al francés, así como los temas ya elaborados del plan de formación en el carisma para educadores.

Así mismo no desaprovechamos la oportunidad de compartir con las postulantes, novicias y estudiantes. Temas siempre relacionados con la Misión: dimensión educativa, evangelizadora y JPIC, por los que mostraron gran apertura, interés e inquietud.

En nuestro paso por las comunidades hemos podido comprobar que la misión es amplia y muy variada. Desde las diferentes mediaciones apostólicas las hermanas intentan vivir el carisma del Padre Coll y transmitirlo a las personas con las que están en contacto.

Es una alegría ver que los colegios van aumentando su alumnado considerablemente, esto es un indicador de que los padres confían en la oferta educativa que ofrece la Anunciata en África, si bien es necesario seguir consolidando nuestro estilo y carisma.

Nuestro sentimiento es no haber visto en todos los colegios el alumnado puesto que en algunos países coincidía con las vacaciones. Pero tuvimos la suerte de estar en la inauguración del nuevo colegio de primaria en Ruli -Ruanda-, donde con mucha alegría pudimos escuchar de boca de las propias autoridades educativas y familias lo satisfechos que estaban con la labor de las hermanas.

En el campo educativo es gratificante, y al mismo tiempo un gran desafío, la atención que ofrecen las hermanas en la acogida, acompañamiento y formación de los numerosos niños, niñas y jóvenes en los internados de Bonoua, Bembereke y Sinendé.

Otro aspecto importante a mencionar es la proyección de las hermanas en las parroquias a través del acompañamiento de catequistas y otros grupos, muy en consonancia con lo que nos piden los últimos capítulo generales.

El aspecto sanitario es otra de las proyecciones que se ha ido ampliando en el Vicariato tanto en Costa de Marfil, Benín, Ruanda y Camerún. Otro desafío más por lo que supone la atención de los enfermos y la formación del personal.

Mención especial merece la atención que ofrecen las hermanas de diferentes formas a los pobres, principalmente a los niños y jóvenes enfermos y huérfanos de Ruli. Estos niños tienen casa, alimentación, seguridad para su salud gracias a las hermanas y personas que colaboran económicamente. Este servicio plantea otro desafío más en cuanto a su acompañamiento ya que crecen sin personas de referencia.

No podemos dejar de mencionar que el Vicariato cuenta con un grupo numeroso de hermanas jóvenes, lo que supone una gran alegría y esperanza de futuro pero a su vez plantea un fuerte desafío en lo que se refiere a vivencia y consolidación en el carisma, sentido de pertenencia e interés por la formación del numeroso personal con el que el Vicariato trabaja en todas las  proyecciones apostólicas que tiene a su cargo.

                                                                                                  HH. Mirian Zapeta y Justina González