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UN COMPARTIR QUE SEMBRO ESPERANZAS Y RETOS

27 septiembre, 2013

 El domingo 22 de Septiembre fue el regalo de la Hna. Justina, nuestra Delegada General de Educación, a las Hermanas Directoras de El Salvador.  Punto de encuentro:  Santa Tecla, en la casa provincial.

Después del  fuerte alimento de la Eucaristía, las cinco Hermanas Directoras nos reunimos en una intensa, pero gratísima jornada de reflexión.  Somos el último país que ha visitado, pero con la misma energía y el calor fraterno que ha impreso en su paso por todos los centros.

Había expectativas en nuestros corazones.  Hna. Justina no compartiría lo escuchado, lo leído, sino lo “visto”, “vivido” y  “gozado” en esta peregrinación por nuestras comunidades educativas.  Con la sinceridad y claridad que le caracteriza nos fue entregando una presentación en power point que sintetizaba las fortalezas, las debilidades, los retos y exigencias en este “lote hermoso” de la educación, a través del cual    La Anunciata evangeliza como un aporte específico en la construcción del Reino.

La Hermana Justina nos manifestó la satisfacción recogida en cada centro, cada uno con su realidad, creatividad y sencillez, se desbordó en la acogida, en el sentir de familia anunciatista, en la recepción del mensaje que dirigió a cada comunidad.  De parte nuestra hicimos una resonancia de lo que había significado su paso para nuestros maestros y alumnos.  La alegría fue especial porque sus palabras respiraban la vivencia de un Carisma y la insistente invitación a vivirlo en todo lo que somos y hacemos: LLEGAR A SER COMUNIDADES EDUCATIVAS QUE TIENEN RAZON DE SER POR LO QUE SIGNIFICAN EVANGELICAMENTE. Como Hermanas, nos hemos sentido gozosas de comprobar que se había captado en vivo el testimonio de una Dominica de la Anunciata.  Como para decir: “Gracias Francisco Coll, todavía hoy tu vida y mensaje nos animan”.  Esta afirmación en nuestras comunidades educativas, nos lleva a reafirmar el gran valor del testimonio como fuerza que da credibilidad a lo que hablamos.

Hna. Justina nos centró en una REFLEXION EN VOZ ALTA.  Sólo anotaremos unos de los muchos aspectos reflexionados que con seguridad reanimarán nuestra misión de animadoras de la pastoral en nuestros centros:

“La mies es mucha y los obreros pocos…. Envía obreros”, es una constatación en la Provincia que debe llevarnos a un compromiso fuerte y sistematizado en la formación de los laicos, no por supervivencia, sino porque la riqueza del Carisma debe de ser una herencia que se extienda por el mundo.  Esta formación es uno de los desafíos que debe ocupar nuestras energías y creatividad. Profundizar en esto habrá de llevarnos a reestructurar nuestras relaciones de trabajo, a que la voz del laico también se traduzca en el ejercicio de una misión compartida con todas sus implicaciones.

Muchos cuestionamientos para interiorizar y revisarnos: ¿Está siendo más visible nuestra MARCA? ¿En qué nos identificamos?,   ¿Cómo evangelizamos?  

Muy fuerte y retador fue el aspecto relacionado con nuestros Proyectos educativos.  Insiste en que ellos tengan la referencia del Evangelio, el Carisma, el mundo.  Lógicamente debe llevar a una educación de calidad.  Trabajar en equipo para una misión eficaz. En la Provincia, nuestros PEI tienen una buena sustentación en los documentos congregacionales que la Delegación Provincial ha tomado en serio para adaptarlos a lo nuestro.

Buen espacio dedicó Hna. Justina a retomar las Actas del Capítulo General Nº. 18 y destacar la importancia de impregnar nuestra Pastoral educativa del espíritu y actitudes reflejadas en el Carácter Propio.

Hermanas, tantas cosas reflexionamos que al traducirlas podrían perder su fuerza y riqueza. No sólo quedan en nuestro corazón sino en el compromiso de reflejarlo en los Proyectos y en la vida

La tarde culminó con una emotiva, pero también realista oración que nos llevó a sacar, en ese clima de oración y fraternidad lo que llevamos en el “hatillo”:  Fragilidades, ilusiones, esperanzas, temores, logros, fracasos, omisiones. Todo lo que nos lleva a decir: “Señor, Tú me sondeas y me conoces….”   Y a concluir que estamos para una misión privilegiada en el mundo: ILUMINAR CON LA SANA DOCTRINA LAS TINIEBLAS… Este compartir fue riquísimo.  Terminamos diciendo: AQUÍ ESTAMOS SEÑOR, ENVIANOS.  SABEMOS QUE TU IRAS CON NOSOTRAS, QUE LA PARCELA ES TUYA.

Hermana Justina, gracias por lo que eres y nos diste, gracias por abrir tus ojos a lo positivo, a la vida, pero también retarnos para alcanzar la perfección.  Gracias porque dijiste: SÍ VOY A CENTRO AMERICA.  Que el Padre Coll te cuide como a su obra.  Tendremos en cuenta lo compartido. (H. Coralia)