NOTICIAS

SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y SANGRE DE CRISTO 2019

18 junio, 2019

Lecturas del día

Las  lecturas de la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, nos muestran el cuidado amoroso y continuo que Dios tiene por la humanidad: Jesús alimenta a la multitud (Lc 9, 11-17) y ofrece  su cuerpo y su sangre (1 Cor11,:24-25). El conoce las verdaderas necesidades de las personas y por eso, como Padre providente trata de solucionarlas, dándonos lo más necesario para subsistir: el alimento.

Jesús pone énfasis en la importancia de la PALABRA DE DIOS, comparándola con el PAN, cuando dice: “No solo de pan vive el hombre, sino también, de la Palabra que sale de la boca de Dios”. (Mateo 4,4). Su cumplimiento, se hizo realidad, con su entrega generosa, como PALABRA DE DIOS, con la sencillez que le caracteriza: PAN Y VINO. Con este gesto, nos entrega, a nosotros su pueblo un “dos en uno”: alimento, pan y a la vez su Cuerpo y Sangre: LA PALABRA DE DIOS HECHA ALIMENTO Y VIDA QUE ACOMPAÑARÁ NUESTRO CAMINAR POR LA VIDA.

Dándose a sí mismo como PAN y VINO, Jesús se nos muestra tal y como El es, real y tangible. Esta presencia visible llena nuestra existencia y satisface nuestras necesidades espirituales.

Cuando contemplamos el Sacramento de la Eucaristía, experimentamos la autentica presencia de Dios, “el Dios con nosotros”, “el Emmanuel” y la seguridad del  cumplimiento de su promesa, de “permanecer siempre con nosotros”.

Su presencia real en el Santísimo Sacramento, sigue recordándonos y dando testimonio del cuidado continuo que tiene por sus hijos, fortaleciéndonos y ayudándonos a vivir con esperanza, a pesar de las dificultades y problemas que tenemos que superar.

La presencia continua y real de Jesucristo en la Eucaristía, es posible gracias a que el mismo Jesús encargo a sus discípulos que fueran los continuadores de su ministerio, sacerdocio, haciéndoles instrumentos de Dios para que su presencia continúe entre nosotros. A través de la Consagración del Pan y el Vino, su cuerpo y sangre que se nos entrega para ser nuestro alimento.

Aquí se pone de manifiesto la constante colaboración del hombre con Dios y de Dios con el hombre, este se convierte en su instrumento, compartiendo su  amor con los demás seres humanos.

Jesús, en su humildad, se hace pequeño, simplemente PAN y con este gesto pone de manifiesto su gran amor a la humanidad. Ante esta acción, no nos queda otra opción que expresar nuestra gratitud a Dios, siendo auténticos hijos de tan bondadoso Padre.

Como nuestro Padre en la Fe, Abrahán, que muestra su agradecimiento profundo a Dios, al entregar las ofrendas al sacerdote Melquisedec, nosotros también seamos instrumentos de Dios, entregándonos sin reservas, siendo sus instrumentos para perpetuar su Gloria. Buena misión para expresarle nuestra gratitud.

Como conclusión, podemos decir que la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, pone de manifiesto, que su presencia real entre nosotros, con su apoyo infinito, su amor sin límites, sigue invitándonos a ser sus colaboradores para seguir sembrando su amor a la humanidad herida por guerras, hambre y otras calamidades.

Hna. Tresia

Comunidad de Quezon City (Filipinas)