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SEMINARIO DE PROFUNDIZACIÓN EN EL CARISMA

14 julio, 2017

VIVENCIAS

“Señor, dame de esa agua para que no tenga más sed” Jn 4, 15

Después de haber recorrido ya un buen tiempo de este seminario, que lo consideramos un regalo y una gran oportunidad que nos brinda la Congregación para seguir profundizando en nuestro carisma, que con tanto amor nos legaron Santo Domingo y el Padre Coll, nos parece justo y oportuno compartir con nuestras hermanas unas letras, sabiendo que ellas, desde los distintos lugares donde la Congregación está presente, están elevando una oración cada día para que este encuentro produzca los frutos deseados.

La convocatoria para participar del seminario de carisma ha llegado a los diferentes confines de la Congregación, y en respuesta a ella, nos hemos encontrado el 25 de julio en la Casa General (Madrid), 21 hermanas provenientes de 4 provincias y el Vicariato San Francisco Coll, días más tarde se incorporarían 2 hermanas más desde Benín. Serán casi tres meses para encontrarnos, compartir, crecer juntas y fortalecer nuestra identidad y pertenencia Congregacional, acompañadas e iluminadas fundamentalmente, por quien nos ha llamado primero (Jesús) y por nuestros Padres Domingo y Francisco Coll.

La Hna Nati y demás hermanas del Consejo general nos dieron una cálida bienvenida, al mismo tiempo que nos exhortaban a que aprovechemos este tiempo que la Congregación nos brinda, que lo que se nos ofrece no quede solo en la cabeza sino que fundamentalmente pase por el corazón. Que sea un tiempo en el que realmente nos permitamos encontrarnos con el Pozo de la VIDA y beber de Él, para ser verdaderas manantiales de vida en medio de nuestros hermanos. Y que estos sean más adelante nuestros termómetros quienes indiquen cuánto nos ha servido o hemos aprovechado lo que se nos ha dado.

Bajo el lema “BEBER DE NUESTRO POZO, SER MANANTIAL DE VIDA”, la Hna. Inés nos presentó los objetivos del seminario y un programa bien sustancioso para este tiempo que irá hasta el día 13 de setiembre. Una primera parte del seminario lo realizaríamos en Madrid y una segunda parte en Vic.

Ya a las puertas de nuestra partida para Vic les compartimos un breve resumen de lo que hasta la fecha ha sido este encuentro. Son muchas y de gran riqueza las experiencias vividas, que resumirlas en pocas líneas es imposible, pero haremos el intento de hacerles partícipes de nuestras vivencias.

Cabe resaltar que desde un inicio se respiró un ambiente de fraternidad y familiaridad. Somos hermanas! Y qué lindo ver los hermanos unidos (Sal 133).

Nuestros días hasta hoy han transcurrido entre momentos de oración compartida, charlas, talleres, trabajos de reflexión personal, recreaciones, visitas a las comunidades de Madrid, unos días en el Roble, para cerrar con una bella visita a la casa anfitrión (Casa General) guiadas por la Hna. Inés.

Los responsables de desarrollar cada uno de los temas se han preocupado bien de que sean profundos y sobre todo, toquen nuestra vida. Hna. Inés, ya el primer día, a la luz del texto de Juan que relata el encuentro de Jesús con la Samaritana junto al pozo nos invitaba a releer nuestra historia desde nuestros diferentes pozos, es decir los momentos en que hemos descubierto a Jesús esperándonos junto al brocal para darnos el agua que da Vida; así también, nos invitaba a descubrir este seminario como un pozo en el camino de nuestra vida consagrada como Dominicas de la Anunciata en el que queremos encontrarnos con Jesús para saciar nuestra sed. La Hna. Marisa Moresco (Carmelita de Vedruna) nos orientó en la reflexión sobre el crecimiento hasta la madurez plena, desde la perspectiva antropológica y espiritual. Nuevamente, Hna. Inés nos acompañó en la reflexión en torno al carisma dominicano en la que nos invitaba a ahondar en nuestra identidad como Dominicas de la Anunciata y en la profundidad de nuestro sentido de pertenencia a la Congregación.

Nos hemos trasladado hasta la comunidad del Roble para compartir unos días con Fr. Felicísimo Martínez, quien con toda la sabiduría que posee y su gran amor a la Orden Dominicana nos presentó el carisma dominicano desde sus tres dimensiones fundamentales: Dimensión Orante y Contemplativa, Dimensión Fraterna y comunitaria y la dimensión Apostólica y misionera. El Carisma dominicano es gracia, sí, pero también, tarea y está en nosotras recrearlo día a día en fidelidad.

Ya a nuestra vuelta del Roble, la Hna. Marta García (Religiosa de la Consolación) nos habló sobre la Espiritualidad de la Encarnación, y así, nos invitaba a encarnar la Palabra, teniendo en cuenta que la Palabra de Dios es una palabra viva que habla a través del cuerpo. Nuestra Hna. Gloria Cañada siguió orientándonos en esta reflexión invitándonos a entrar más a lo nuestro, es decir, encarnar la Palabra como Dominicas de la Anunciata, contemplando la figura de María en la Anunciación, encarnando sus actitudes. Al mismo tiempo que, más allá de la teoría, nos llevó a hacer práctica del encuentro con la Palabra a través la Lectio divina y, por si esto fuera poco, como buena pedagoga, nos compartió unos materiales muy interesantes sobre la manera de acercar a nuestros niños y jóvenes a la Escritura.

Para cerrar nuestra estadía en Madrid, compartimos con la Hna. Loli Abad la reflexión en torno al voto de castidad, iluminadas con el pasaje de los discípulos de Emaús. Bien nos invitó desde el principio a realizar el camino de Emaús, no para explicarlo, sino para vivirlo. La vivencia de la castidad es un camino, camino de encuentros que se transita durante toda la vida, camino que tiene sus momentos importantes y necesarios para liberar el amor.

Agradecemos infinitamente a cada uno de estos compañeros de camino que nos compartieron su sabiduría y experiencia de vida, con sencillez y espíritu de hermanos.

¿Y qué decir de las visitas a las comunidades? ¡Cuánta riqueza encierra la fraternidad! No podemos dejar de agradecer a nuestras hermanas de las distintas comunidades de Madrid la cálida acogida que nos brindaron. Gracias hermanas, por el testimonio de vida, por la entrega que realiza cada una en el lugar en que le toca estar y, por qué no decirlo, ¡qué fortalecidas quedamos después de cada encuentro! Nuevamente, gracias por compartir con nosotras vida y misión.

Y cómo no expresar la alegría de haber pisado tierra de santos y respirado aire de santidad ¡CALERUEGA! Cuna de nuestro Padre Santo Domingo. Cuánta vida, cuánta historia y, sobre todo, cuánta santidad guarda ese lugar. Tuvimos la dicha de contar con Fr. Jesús Martín a quien no se le escapó un detalle de toda la historia de la gran familia Guzmán Aza, para hacernos vivir más en profundidad aún y hacernos gustar de nuestra estadía allí. Al caminar sobre los pasos de Domingo, beber el agua del pozo, compartir allí una Eucaristía, recorrer los pasillos de los claustros, tanto del Monasterio de las monjas como del convento de los Frailes, fue una experiencia muy particular para cada una de nosotras, casi podríamos decir que hasta hemos experimentado una nueva llamada a vivir en fidelidad y profundidad nuestro ser Dominicas.

A la Hna. Inés le agradecemos por su incansable entrega, por darse toda para y por este encuentro. ¡Dios le retribuya todo lo dado! Y a esta comunidad de la casa general, por acogernos, acompañarnos y, por sobre todo, por enseñarnos con alegría de que no hay límites cuando se trata de entregar la vida.

Dejamos Madrid, pero seguiremos en Vic, eso significa que ESTA HISTORIA CONTINUARÁ!

Agradecemos sus oraciones y seguimos acogiéndonos a ellas. Nuestra promesa de oraciones por toda la Congregación.