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H. Priora y Comunidad

Queridas Hermanas:

Recibid nuestro saludo más cordial, rebosante del gozo de la Pascua. ¡¡CRISTO HA RESUCITADO!! y vive en cada una de nosotras, en nuestras comunidades. Y ahí estamos, en la Galilea de la vida cotidiana donde hemos de crecer en la experiencia de fe, de esperanza y comunicarlas por doquier. Es nuestra misión como consagradas: ser mensajeras de la vida, de la luz de Cristo y es nuestra tarea en pastoral vocacional.

El próximo día 21 de abril, 4º Domingo de Pascua, en la Iglesia celebramos la L Jornada Mundial de Oración por las vocaciones. El lema de este año: ¡CONFÍO EN TI! nos hace una doble llamada: a poner nuestra propia vocación en las manos del Señor; Él nos ha llamado y Él sigue cuidando y mimando la obra de sus manos y a poner en sus manos también nuestra oración confiada por las vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y, particularmente, para La Anunciata.

El tema elegido por Benedicto XVI, escrito en octubre, en consonancia con el Año de la Fe y presentado en el Mensaje para la Jornada es: LAS VOCACIONES SIGNO DE LA ESPERANZA FUNDADA EN DIOS. Nos dice: “Tener esperanza equivale, pues, a confiar en el Dios fiel, que mantiene las promesas de la alianza. Fe y esperanza están estrechamente unidas. Las vocaciones nacen de la experiencia del encuentro personal con Cristo, del diálogo sincero y confiado con él, para entrar en su voluntad”.

 

Es objetivo claro en el trabajo con los jóvenes, ellos y ellas: posibilitarles tiempos de silencio, de interiorización, de contacto con la Palabra, para que puedan establecer relación con Jesús, para propiciar la escucha interior de su voz. Sólo desde esa escucha se puede acoger la llamada de Dios. Sigue diciendo el Mensaje: “este itinerario de escucha-llamada-respuesta, tiene lugar dentro de las comunidades cristianas -nosotras decimos también religiosas- que viven un intenso clima de fe, un generoso testimonio de adhesión al Evangelio, una pasión misionera que induce al don total de sí mismo por el Reino de Dios, alimentado por la Eucaristía y una fervorosa vida de oración”.

 

Sabemos que trabajar en la Pastoral vocacional requiere trabajo incansable de nuestra parte: convocar, suscitar, proponer, posibilitar, acompañar, pero no olvidemos lo que se nos recuerda en el Mensaje: Fe y Esperanza, fundada en Dios.

No dejemos de animarnos unas a otras a hacer lo que esté de nuestra parte y pongámoslo todo en las manos del Señor, con una oración confiada, que quiere decir: esperanzada.

Desde la delegación general, en torno a esta Jornada Mundial de oración por las vocaciones, del 21 al 27 de abril, invitamos a todas las hermanas y comunidades a:

Reflexionar personalmente y compartir el Mensaje del Papa. Adjuntamos el Mensaje.

 

Orar. “La Congregación en oración por las vocaciones -una hora extra-”.  Bajo este título enviamos el cuadro de distribución de días y comunidades. Todas sabremos qué comunidades estamos orando el mismo día. Será muy bueno tenernos en cuenta, así nos acercaremos en la distancia. Celebrar no sólo la Jornada, sino la Semana Vocacional. Adjuntamos un Folleto con una Reflexión vocacional para cada día de la semana. Cada comunidad puede utilizarlo como crea conveniente: para la reflexión y oración personal, para compartir en Vísperas, para hacer la oración juntas… El día 28 de abril es la Jornada de las Vocaciones Nativas. Cada día de la semana proponemos una oración por las vocaciones de cada continente. Demos gracias al Señor por las vocaciones surgidas y las que siguen naciendo y nacerán en los 4 continentes donde estamos.Orar por las vocaciones en donde y con quien estemos trabajando: grupos, talleres, profesores, padres de familia, monitores, jóvenes, alumnos… Unirnos a la oración en las parroquias, diócesis…Utilizar los materiales elaborados para la Jornada por las Conferencias Episcopales, CONFER, u otras entidades. Os enviaremos por e-mail lo elaborado en España.

 Que siempre, pero particularmente estos días, nos sintamos Congregación que ora al unísono y junto con toda la Iglesia pide al Dueño de la mies que envíe obreros a su viña. San Francisco Coll será nuestro seguro intercesor. 

Recibid un abrazo fraterno

                                                                              delegada general de PJV

                                                                              y delegadas provinciales y del vicariato

MADRID, 14 de abril de 2013