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Lecturas del día

El 29 de abril celebramos la Fiesta de Santa Catalina de Siena. Hoy el Evangelio nos trae la figura de Nicodemo, jefe judío, que tiene en común con Santa Catalina, la fascinación por Jesús y su enseñanza. Nicodemo busca a Jesús tímidamente por la noche. Noche que simboliza, a pesar de la fascinación, la dificultad de entender las enseñanzas de Jesús. Nicodemo le busca con sinceridad, pero necesita un gran cambio de mentalidad.

Santa Catalina, al contrario, camina con Jesús en plena luz. Desde la más tierna infancia, a los siete años, se entrega para siempre a Dios. Se empeña, a lo largo de su vida, en comprender las enseñanzas, la voluntad del Padre en la construcción de su reino.

Santa Catalina personifica lo que Jesús dijo a Nicodemo. Ella nació de lo alto. Nació del agua y del Espíritu. Sufre incomprensiones de la familia, obedece, acepta las imposiciones. Al mismo tiempo, en las dificultades va creciendo en el conocimiento y en la intimidad con Dios. Al recibir el consentimiento para ejercer su apostolado, Santa Catalina se dedica a luchar por la unidad de la Iglesia. Esa misma Iglesia que en la lectura de los Hechos de los Apóstoles se va haciendo fuerte por la acción y la oración de los apóstoles, que pedían al Señor, no la disminución de las dificultades o sufrimientos, sino que concediese a sus siervos que anunciasen valientemente la Palabra.

Santa Catalina anunció el Evangelio esforzándose por vivir la caridad, ofreciendo su vida en favor de los enfermos y encarcelados, promoviendo la paz. Al seguir el camino de Jesús, se transformó en madre y maestra espiritual.

En ella podemos destacar su juventud; la capacidad de abstraerse del mundo para estar con su Señor “en la celda interior”; el sobresalirse dentro de las limitaciones de su tiempo; su profundo conocimiento de Dios y del alma humana; su forma de llegar a las personas con naturalidad y veracidad, reconquistándolas para Dios y para una mejor convivencia humana; el actuar siempre por amor.

Tenemos en Santa Catalina un modelo que nos inspira la vida y la misión hoy. En esta sociedad llena de recursos desigualmente distribuidos, en la que vivimos sedientos de paz y con dificultades para mantenerla, ella nos muestra el camino. En este mundo regido por la prisa y eficiencia, invita a silenciarnos, a entrar en nuestra “celda interior”, a cultivar la intimidad con Dios, fuente de sabiduría que nos inspirará respuestas y relaciones humanizadoras.

En Santa Catalina bendecimos a todas las mujeres que son constructoras de paz, que asumen la defensa de la vida, de la familia y de la justicia social.

Hna. Terezinha Mansueta da Silva

Delegación del Brasil

Provincia Santa Catalina