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RETIRO IV – Y al alba encontraron a Jesús…

10 mayo, 2023

Zambullámonos en la Palabra:

“Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María, madre de Santiago y
Salomé compraron aromas para embalsamar el cuerpo.
Y muy temprano, en ese primer día de la semana, llegaron al sepulcro
apenas salido el sol. Se decían unas a otras ¿Quién nos removerá
la piedra del sepulcro? Pero, cuando miraron vieron que la piedra
había sido echada a un lado, y eso que era una piedra muy grande.
Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho
vestido enteramente de blanco y se asustaron. Pero él les dijo:
No se asusten. Ustedes buscan a Jesús Nazareno, el que fue crucificado.
Resucitó, no está aquí; éste es el lugar donde lo pusieron ¿no es cierto?
Ahora bien, vayan a decir a Pedro y a los otros discípulos que Jesús
se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán tal como él se lo dijo.
Entonces las mujeres salieron corriendo del sepulcro. Estaban asustadas
y asombradas y no dijeron nada a nadie, de tanto miedo que tenían.
Mc 16, 1-8

Vamos a salir de la casa acompañando a las mujeres. Evitando cualquier ruido, hacemos el mayor silencio posible.  La luna llena,  generosamente, brinda su nocturna luminosidad a los campos. También recorta la sombra de algunos olivos al borde del camino y de vez en cuando el  grito raro y estridente de algún ave nocturna, junto con los balidos de ovejas recogidas en los corrales. Nos vamos acercando al sepulcro. Y el lucero de la mañana se comienza a divisar anunciando que la aurora de un nuevo día  está despuntando.  Las acompañamos acercándonos a la tumba en busca del cuerpo y para ungir al Maestro.  Algo  está cambiado. La gran piedra que oficiaba de puerta, que sin duda impedía el  ingreso, ha sido removida. Primera gran sorpresa. Surge el miedo.

Volvamos ahora nuestra atención a la imagen. Mirémosla detenidamente. Observemos su totalidad, pero también sus detalles.  Si cierras los ojos, ¿Qué es lo que retienes de lo observado? ¿Algún gesto? ¿Colores? ¿Qué resalta en tu memoria? ¿Qué sensación (no idea) acude a tu mente?

Pasea tu mirada por toda la imagen… Mosaico junto a mosaico va tomando forma y va transmitiendo un mensaje…

Observa los colores: El color dorado en el arte sacro hace alusión a la divinidad, así también a la fidelidad (por eso se celebran las bodas de oro) y a la victoria se le da medalla de oro. Una franja dorada atraviesa el largo del mosaico separando en dos mitades la imagen y desde los boquetes del sepulcro salen también pinceladas doradas.

¿Qué nos estará queriendo decir el autor?… ¿Espacio divino, espacio profano que sólo la fe puede atravesarlo?… ¿Presencia del soplo del Espíritu?… ¿Victoria sobre la muerte?… ¿Cumplimiento de las promesas de Jesús “en tres días edificaré este templo”?… Frente al MISTERIO de la RESURRECCIÓN sólo cabe el silencio… El misterio no se analiza, no se resuelve… se contempla…

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