RETIRO III – MUJERES AL PIE DE LA CRUZ
La próxima Semana Santa nos ofrece la oportunidad de unirnos a esos grupos de mujeres que de una manera u otra acompañaron a Jesús en diversos momentos. Cómo no traer a nuestra memoria y rezar junto a aquellas mujeres que acompañaron a Jesús al pie de la cruz y que no cabe duda que fueron las que caminando hacia el alba, atravesaron la noche para ir a ungir el cuerpo de Jesús.
Al encontrarme con esta escena se me vino a la mente algo que aconteció hace poquitos días. El 14 de febrero velamos en la capilla del Colegio a Victoria, exalumna de 33 años que después de luchar nueve meses con un cáncer en el cerebro, partió a la casa del Padre. Allí al lado del féretro estaba su madre, Patricia, quien acompañó a lo largo de estos nueve meses a su hija, noche y día en todas sus internaciones, cirugías, recuperaciones. Una mujer que a pesar del profundo dolor mostraba una fortaleza inconmovible. Una mujer que no dejó de golpear a la puerta de la “esperanza” en estos nueve meses, convencida que todavía había más posibilidades. Había gestado durante nueve meses la vida de Viqui y permaneció también firme nueve meses acunando el dolor de la partida, lo que solo el amor puede sostener. Y la fe la sostuvo y entregó la vida en las manos del Padre. Al pensar en estas mujeres del Evangelio, cómo no recordar a Patricia y a tantas otras mujeres que permanecen al pie de la cruz y atraviesan senderos semejantes en la vida.
Busca una cruz… Siéntate frente a ella… Imagínate en medio de este grupo de mujeres que miraban a Jesús desde lejos… Mírala fijamente… ¿Por qué están allí?… ¿Qué buscan?… ¿Qué quieren?… ¿Quiénes son?… ¿No tienen miedo?… ¿Cómo llegaron hasta allí?
Los evangelios sinópticos nos hablan de mujeres que contemplan la cruz desde lejos, algunas con nombres propios, otras desconocidas, que solo pasaron a la historia por seguir a Jesús, por servirlo y por permanecer firmes y fieles en el momento más difícil, cuando todos se habían ido. Hay algunas coincidencias en los nombres, pero también hay discrepancias entre los sinópticos y el evangelio de Juan.
