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H. GÉRALDINE NYIRAHABIMANA

“El Señor ha hecho en mí maravillas,

santo es su nombre”

El 16 de julio de 2017, en la Iglesia Santo Domingo de Ruli (Rwanda) a las 10 horas el Señor ha puesto sobre mi su mirada de amor y ternura.

Sentada al fondo de la Iglesia con mis padres, estaba llena de emociones que me hacían llorar en mi interior. Me he sentido como la arcilla insegura que tiene necesidad de ser modelada por el Señor. Es por la Gracia de Dios que yo soy lo que soy y su Gracia no ha sido estéril en mí. En este momento no temo a nada, he dejado todo porque tengo la confianza de que Dios me asistirá constantemente; no camino en el vacío, su espíritu me acompaña y guía y sé que no seré confundida.

La clase de sembradora que debo ser es de la que siembre en buena tierra pues vigila y se asegura que su semilla dará fruto. Esta frase sacada del evangelio del día me acompañará siempre en la misión. Quien se da no pierde sino gana más. Deseo servir al Señor en fidelidad.

He entrado en la Iglesia con una vela encendida para significar la luz de Cristo que me ilumina para superar la oscuridad de mi debilidad humana y para dejarme transformar por su Palabra.

Desearía y pido la gracia de dejarme transformar siempre para que con mis hermanas pueda obrar por el Reino teniendo una preferencia por los pobres que son la imagen escondida del que clama al Padre.

Mi gozo es grande pues me he embarcado en la Anunciata con mis hermanas, que son los regalos que Dios nos ofrece.

Doy las gracias al consejo general, al consejo del Vicariato y a todas las hermanas que con sus consejos me han ayudado y guiado hasta aquí en este camino de encuentro con Cristo

Que el Señor me bendiga y acompañe en todo para serle siempre fiel.

Que María, mujer del gran SÏ interceda por nosotros en nuestras necesidades para ser auténticas siervas fieles según el corazón de su Hijo.

Sr Géraldine NYIRAHABIMANA